Francia investiga si el secuestro de la periodista esconde un chantaje sirio
Florence Aubenas, la periodista del diario francés Libération secuestrada en Bagdad el pasado 5 de enero, puede que esté en el centro de un chantaje diplomático. Para el diputado Alain Marsaud, de la actual mayoría conservadora en el poder y antiguo juez antiterrorista, Aubenas es víctima "de una enorme manipulación de Siria".
Esa tesis, que también es tomada en consideración por la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE, los servicios secretos franceses), tiene en cuenta que en agosto de 2004 Francia, junto con Estados Unidos, impulsó en la ONU una resolución reclamando la retirada de las tropas sirias de Líbano. Tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, París ha vuelto a presionar a Damasco en el mismo sentido. En ese contexto, el secuestro de Aubenas serviría a los sirios de arma disuasoria ante las reclamaciones francesas.
Tras el secuestro de Aubenas y su intérprete y chófer, Husein Hanun al Saadi, ningún grupo ha hecho oír su voz. Eso llevó a las autoridades francesas a privilegiar la idea de encontrarse ante un grupúsculo de carácter mafioso que sólo buscaba "vender" a la periodista a un grupo mejor organizado. Entre agosto y diciembre de 2004, otros dos periodistas franceses secuestrados en Irak -hay que recordar que Francia no envió tropas a Irak y recusó la iniciativa de EE UU- fueron utilizados para exigir, en vano, la retirada de la ley francesa que prohíbe el velo islámico en la escuela.
El diputado Julia
El hecho de que Aubenas, en el vídeo hecho público anteayer a través del canal televiso Sky Italia -los islamistas suelen utilizar Al Yazira o bien Al Arabyia-, reclamase la ayuda del diputado gaullista Didier Julia, reforzaría la hipótesis de la "conexión siria".
El diputado presume de sus contactos con antiguos altos cargos del partido Baaz iraquí, hoy refugiados en Siria. "No puedo abandonar a alguien que me pide ayuda", dijo Julia, al tiempo que en Ammán (Jordania) se daba a conocer un comunicado de un llamado Ejército Islámico que confirmaba que "la liberación de los dos periodistas (Christian Chesnot y Georges Malbrunot) se obtuvo gracias a la intervención del diputado Julia". Éste fue acusado de haber retrasado la liberación de los rehenes -se dijo incluso que había hecho aumentar el precio del rescate- y también fue tachado de "mitómano y farsante" por su partido.
En la sesión de control al Gobierno en la Cámara de los diputados, el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, excluyó ayer toda "diplomacia paralela" para obtener la liberación de la periodista. Por tanto, también pidió a la DGSE que "se pusiese en contacto con Julia para recabar toda la información necesaria" antes de pronunciar otra de sus ya célebres raffarinadas: "Si las imágenes [de Florence Aubenas] son auténticas, resultan insoportables, pero si son fabricadas, entonces resultan inaceptables".
