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El laudo, el 'handling' y el bajo coste

Iberia afronta la temporada con varios frentes abiertos y la renovación de parte de la flota

Iberia está pasando el temporal que azota el sector con éxito. La compañía mantiene la senda de los beneficios y su liderazgo en América Latina, pero sufre, como las demás, el descenso en el ingreso medio por pasajero y tiene varios frentes abiertos. Uno de ellos es la negociación del nuevo convenio colectivo con los pilotos después de que concluyera el laudo que ha ordenado las relaciones laborales en la compañía los últimos cuatro años.

El convenio se afronta en una nueva situación, no sólo por la renovación de toda la cúpula del sindicato de pilotos, el SEPLA, sino por el vacío legal que la extinción del laudo ha creado. Según mantiene Federico Durán, árbitro del conflicto que enfrentó a pilotos y compañía, el laudo sustituyó gran parte del convenio que no se podría prorrogar automáticamente.

La compañía está pendiente de la privatización en México y mira con atención la creación de filiales transfronterizas en América Latina

Abrir esa negociación es uno de los retos de Iberia. También lo es afrontar la próxima liberalización del handling, los servicios en tierra en los aeropuertos, un negocio que reporta a la compañía unos ingresos de explotación superiores a 530 millones de euros y que ahora sólo comparte con otras compañías en 13 aeropuertos.

Entre los planes de Iberia figura también la renovación de parte de la flota de corto y medio recorrido, algo que se quiere llevar a cabo en este primer trimestre. Se sustituirán 37 MD, 22 A-320 y 17 B757, para lo que la compañía ha entablado negociaciones con Airbus -que se llevó el contrato de renovación de la flota de largo radio, pero con quien se mantienen algunas diferencias-, Boeing y la brasileña Embraer.

Iberia, como Lufthansa y Air France, ha vendido parte de su participación en la central de reservas Amadeus, en la que permanecerá con un porcentaje aún por definir, y otra de las cosas que debe decidir es qué va a hacer con esos ingresos extraordinarios. El consejero delegado, Ángel Mullor, ha expresado en muchas ocasiones el creciente interés de la compañía en América Latina, donde quiere extender el mercado, y mira con atención la región con ánimo de invertir. Así, se sigue muy de cerca la decisión sobre la privatización de AeroMéxico y Mexicana de Aviación. Ese país podría ser uno de los destinos de la inversión. Pero Iberia analiza también con mucho interés los movimientos que compañías como Lan Chile están llevando a cabo en la región, con la creación de filiales transfonterizas, un modelo que parece gustarle.

Y todo ello mientras sigue encarando el aumento de la factura del petróleo, que va a suponer el 18% de los gastos de la compañía, según su presidente, Fernando Conte, y mientras decide cómo afrontar la competencia de los operadores de bajo coste, una competencia que, afirma, es posible gracias a las ayudas que ese tipo de compañías recibe por parte de administraciones públicas y consorcios empresariales, y que la ha llevado a decidir el cierre de varias rutas nacionales hacia Europa y hacia Madrid.

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