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Una nueva política cultural

El Consejo de las Artes es una vieja aspiración del sector cultural que tomó fuerza antes de las pasadas elecciones autonómicas cuando los tres partidos que ahora integran el Gobierno de la Generalitat lo incluyeron en su programa electoral. Se convirtió después en una prioridad de esta legislatura en cultura, según indicó en su día la consejera Caterina Mieras, por lo que se nombró a Josep Maria Bricall como comisionado para elaborar el documento marco a partir del cual redactar la ley. Bricall inició su trabajo en mayo y, tal como anunció, ha ido cumpliendo los plazos de elaboración y consulta para su proyecto. En el primer documento que hasta ahora ha hecho público (accesible en la web: http://cultura.gencat.net/comissionatcca/index.htm), Bricall analiza los cambios que se han producido en las políticas culturales a lo largo del siglo XX, en las que, indica, la cultura ha pasado también a tener un peso económico específico que anima la competitividad. También analiza de forma genérica los diferentes modelos de consejos de las artes que existen en diversos países, con especial atención al modelo anglosajón -el modelo en el que se inspiran también los creadores- y resume de forma somera el estado de opinión general que ha podido recoger en las más de 110 entrevistas con diferentes representantes del sector cultural que ha relaizado estos meses.

En este sentido, el documento indica la coincidencia en la necesidad de este organismo que la mayoría considera debería ser "el vertebrador de una nueva etapa en la política cultural de Cataluña". Para ello, señala, debería ser un consejo "autónomo, coherente y transparente" y hace hincapié en el prestigio y la credibilidad de los miembros que integren en el futuro este organismo.

No está tan claro, según el documento de Bricall, si éste debería tener capacidad ejecutiva y cuál tendría que ser su ámbito de actuación.

Ahora, este documento ha abierto un debate, al que se ha sumado con su propio documento la Plataforma de la Cultura, que continuará a lo largo del próximo año. El equipo de Bricall presentará a finales de enero un documento ya definitivo en el que planteará cuál es su visión de cómo tiene que ser este Consejo de las Artes a partir de los estudios y las consultas realizadas. Después les llegará el turno a los políticos, que deberán presentar un proyecto de ley en el Parlament que, en principio, tendría que aprobarse a mediados de 2005 y para la que se busca el máximo de consenso.

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