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España protesta ante EE UU por la visita a Gibraltar de congresistas norteamericanos

El director general para Asuntos Europeos, José Pons, ha protestado ante el encargado de negocios de Estados Unidos en Madrid y le ha expresado su extrañeza por que el Gobierno español no haya sido informado de la visita a Gibraltar que ayer hicieron ocho congresistas en activo y ocho congresistas jubilados, pertenecientes al comité de Defensa y al Comité Legislativo, encabezados por el presidente de la Cámara, Denis Hastert. Allí almorzaron con el gobernador del Peñón y con el ministro principal, Peter Caruana.

Los norteamericanos iban dentro de una misión en el marco de la OTAN. Llegaron en un avión de Estado procedentes de Italia sin sobrevolar territorio nacional, según fuentes diplomáticas. La última visita de este tipo se produjo en 1999. En aquella ocasión, el Gobierno se enteró porque los congresistas quisieron volar de Rota a Gibraltar, algo que el Ejecutivo del PP no autorizó, mostrando su extrañeza por aquella pretensión.

Por otra parte, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que recuperar la soberanía sobre Gibraltar es un objetivo "irrenunciable" que el Gobierno defenderá negociando exclusivamente con el Reino Unido, y defendió la conveniencia de la "nueva vía" abierta el jueves con la creación de un nuevo foro en el que se tratarán, sobre todo, temas de cooperación. "El Gobierno de España, como es evidente, mantiene las reivindicaciones sobre la soberanía de Gibraltar, una cuestión irrenunciable y esencial. Y ha abierto un proceso de diálogo que, como se sabe, estaba en vía muerta". En relación con Gibraltar, dijo, "el PP tiene que hacer lo que ha hecho siempre la oposición en España: apoyar al Gobierno. No es mucho pedir: prudencia, paciencia y sentido de Estado al PP".

Humillación

Antes de esa reacción de Zapatero, el líder del PP, Mariano Rajoy, había calificado de "humillación para España" que el Gobierno haya aceptado formalmente que Gibraltar pueda vetar cualquier acuerdo sobre su futuro, incluidos los que, por afectar a su soberanía, competen exclusivamente a Madrid y Londres. "Éste es un contencioso que dura 300 años entre dos naciones soberanas y que todos los Gobiernos y los regímenes en la historia de España habían tratado de forma bilateral con el Reino Unido sin conceder a Gibraltar ningún derecho de veto", aseguró Rajoy. Y ahora, dijo, "con una cesión a cambio de nada", el Gobierno "rompe el Proceso de Bruselas que puso en marcha Felipe González" e incumple "la condición de colonia que Gibraltar tiene desde el Tratado de Utrech", de 13 de julio de 1713. El PP ha pedido la comparecencia en el Congreso del presidente para que "explique por qué le ha dado a la colonia británica lo que ésta siempre ha pedido", es decir, la condición de "interlocutor" con España. Rajoy quiere que Zapatero comparezca el martes.

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