Chávez promete encontrar a los asesinos del fiscal Anderson sin caer en la espiral "del odio y la muerte"
El presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró que encontrarán a los responsables del homicidio del fiscal Danilo Anderson, "aunque se oculten debajo de las piedras", pero al mismo tiempo garantizó que no habrá en el país una espiral de violencia, sino "justicia y paz". En un mensaje al país por radio y televisión en la noche del viernes, Chávez afirmó que los partidarios de su Gobierno no se dejarán imponer "la agenda del odio y la muerte".
Anderson, de 38 años, fue asesinado el miércoles mediante una poderosa bomba colocada en su automóvil. Ningún grupo se ha atribuido la autoría del atentado, una modalidad de violencia política inusual en Venezuela. El funcionario tenía a su cargo importantes casos de naturaleza política, entre ellos una investigación acerca del golpe de Estado que apartó del poder a Chávez durante dos días, en abril de 2002. El jefe del Estado dijo que no caería en la tentación de acusar a personas o grupos sin tener pruebas, pero dejó entrever hacia dónde se inclinan sus sospechas. "El corazón me lo dice, fueron los poderosos, los que eran dueños de lo humano y lo divino, los que estaban acostumbrados a ser intocables. Me los imagino con sus risas de hiena celebrando que lo mataron".
Las primeras investigaciones indican que el explosivo fue colocado debajo del vehículo, una camioneta todoterreno, y detonado mediante un mecanismo electrónico inalámbrico. Las autoridades no han informado sobre posibles detenciones. Se sabe de forma extraoficial que las sospechas apuntan hacia sectores extremistas de la oposición.
Una de las primeras conclusiones de la investigación indica que quienes planificaron el homicidio estudiaron los movimientos rutinarios de su víctima, quien solía prescindir de la protección de sus guardaespaldas cuando asistía a clases en el Instituto Universitario de Policía Científica. Ello explicaría por qué viajaba solo al volante de su camioneta cuando ocurrió el atentado. "No supimos cuidarlo, andaba solo y murió en su cruz", lamentó el presidente Chávez.
El asesinato de Anderson hizo posible una casi inédita situación de acuerdo unánime en la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral venezolano. Las fuerzas políticas progubernamentales y opositoras aprobaron un documento de repudio al terrorismo y autorizaron que el funeral del fiscal se realizara en el Palacio Legislativo, un honor reservado a los ex presidentes de la República y parlamentarios. Chávez, quien decretó tres días de duelo nacional y condecoró a Anderson con la Orden del Libertador, aplaudió la conducta de los representantes de los partidos políticos que aprobaron el acuerdo de condena al crimen.
