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Las petroleras disparan los beneficios por la subida del precio del crudo

El barril acaba la semana a 49 dólares, algo más de dos dólares más barato que el viernes anterior

La espectacular subida de precio del petróleo, que esta semana ha llegado a 52 dólares para el barril de brent en Londres, ha llenado las arcas de las grandes petroleras. En el tercer trimestre, las empresas más importantes del mundo han aumentado sus beneficios netos, por término medio, más de un 50%. Sin embargo, en opinión de los expertos, tanto las ganancias como la especulación se van a moderar. El anuncio de China de que va a subir los tipos de interés para enfriar su economía ha actuado como apagafuegos. Ayer el brent cotizaba en torno a los 49 dólares el barril, algo más de dos menos que el viernes pasado.

La subida de los precios del crudo casi un 70% en lo que va de año y en torno al 30% en el último trimestre (de julio a septiembre), además de romper todos los registros históricos, ha llevado un caudal de miles de millones de dólares de beneficios a las grandes petroleras. Éstas pueden acabar el año con récord de ganancias, que lógicamente ven aumentarlas con los precios del crudo más altos.

Exxon Mobil, la mayor petrolera privada del mundo, ganó en el tercer trimestre 5.680 millones de dólares (un 56% más que en el mismo periodo de 2003) y British Petroleum (BP), segunda del ranking, ganó en el mismo periodo 3.937 millones de dólares (43% más). La riada de millones de beneficios ha inundado también las cajas de la angloholandesa Royal Dutch/Shell (ganancias trimestrales de 5.397 millones de dólares, un 120% de incremento sobre el tercer trimestre de 2003, en el que sufrió una fuerte caída) y las de las compañías estadounidenses Conoco Philips (2.006 millones de beneficios, un 53% más) y Chevron Texaco (3.200 millones en el trimestre, con un aumento del 62%).

Incluso la noruega estatal Statoil, que ha trabajado en un contexto de intranquilidad laboral en el país desde el mes de julio, con amenazas de huelga en el sector que obligaron a intervenir al Gobierno, ha logrado subir los beneficios del trimestre en un 36% y situarlos en 909 millones de dólares.

El maná en forma de billetes verdes generado por la intranquilidad que viven los mercados también beneficiará, previsiblemente, a la hispanoargentina Repsol YPF, que presentará los resultados trimestrales el próximo día 11. La gran cuestión ahora es si el ritmo en el crecimiento de los beneficios se mantendrá a corto plazo. Los expertos creen que no. La razón: la decisión de China de subir los tipos de interés por vez primera en nueve años para enfriar el crecimiento de su economía, que se mantiene por encima del 9%. Si la subida tiene los efectos previstos, la demanda del gigante asiático se contendrá y ese hecho tendrá un reflejo inmediato sobre los precios de las materias primas en general (cemento, acero...) y del petróleo en particular.

En 2003, el consumo de petróleo mundial aumentó en 1,5 millones de barriles al día y de ellos, 600.000 barriles fueron engullidos por la economía china. El gigante asiático, que en 1995 no importaba ni medio millón de barriles diarios, importó en 2003 2,6 millones de barriles al día. Así, cualquier decisión importante sobre la economía del país tiene reflejo inmediato en los mercados internacionales. Así ha sucedido esta semana donde dos circunstancias han contenido la evolución alcista del crudo: el aumento de las reservas en Estados Unidos y el anuncio chino sobre la subida de tipos el pasado jueves.

Alivio en los mercados

Las dos noticias fueron recibidas con alivio por los mercados de petróleo, cuyo precio cedió después de alcanzar un nuevo máximo de 51,92 dólares en Londres el miércoles pasado, informa Darcy A. Crowe. Al final, el precio del petróleo ha caído esta semana más de dos dólares. El petróleo tipo brent, de referencia para las economías europeas, pasó de cerrar en 51,22 dólares el viernes pasado a finalizar la jornada de ayer en 48,95. El crudo, por lo menos de momento, se ha tomado un descanso en su sprint hacia nuevos récords.

Aunque dada la situación política internacional -uno de los factores clave en la fijación de los precios del petróleo-, todo el mundo se tienta la ropa antes de hacer pronósticos. Ayer, el ministro de Finanzas francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que, en caso de que los precios del crudo pongan en riesgo el crecimiento de las economías, los países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) -los más desarrollados- podrían hacer uso de las reservas estratégicas de petróleo, que cubren más de 90 días de consumo, para estabilizar el mercado y frenar los precios.

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