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Los Octubre arrancan con una visión no "idílica" de la transición

Ferran Bono

La semana de la 33 edición de los Premis Octubre, que este año están dedicados a la transición democrática, empezó ayer con una visión del periodo que matiza y cuestiona la "imagen global positiva", como resultado de una actuación "modélica, pulcra" e incluso "idílica ". Así se expresó ayer el profesor de la Universidad de Barcelona, Pelai Pagès, en la intervención de apertura del

del Congrès Històric.

El también coordinador del encuentro concluyó haciendo hincapié en la necesidad de acometer una "nueva transición". Con ella, se afrontarían algunas de las cuestiones que quedaron pendientes en el proceso, que ya constituían un problema entonces y lo continúan siendo ahora. En este sentido, defendió una "vertebración del estado sobre nuevas bases", dado que el denominado Estado de las autonomías se confunde con "los derechos nacionales" cuando en realidad se trata de una "mera descentralización administrativa". En este sentido, recordó que uno de los preceptos que sustentan la democracia es "la soberanía popular". Abundó en que los partidos de la oposición dejaron por el camino muchas de sus reivindicaciones, la primera de ellas, la voluntad rupturista que se trocó en reformista al seguir la estela marcada por el rey Juan Carlos y el ex presidente Adolfo Suárez.

Contrasentido

Con anterioridad, Pagès había trazado un un sucinto repaso cronológico por los principales acontecimientos históricos desde los estertores del franquismo hasta el triunfo del PSOE en 1982, deteniéndose en las aprobaciones de los estatutos catalán, vasco, balear y valenciano. Incidió en que el proceso hacia la democracia fue conducido por un rey que el propio Franco había nombrado sucesor y que se había sido educado en el régimen dictatorial, y por un presidente procedente del Movimiento. "Un gran contrasentido" esta situación que adjudicó a la oposición "un papel de comparsa" en muchos momentos.

De modo que el paso de España a la democracia, que en gran parte estuvo motivado por el propio devenir de la historia europea, fue muy distinto al caso de Grecia -donde la monarquía fue derrocada- o al de la revolución de los claveles de Portugal.

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Pagès rememoró los duros días de las transición, los crímenes y los muertos que dejó. Y añadió en alusión al conocido juicio a destacados nazis: "Queda claro que el fascismo español no tendrá su Nuremberg".

En la sesión de ayer también intervino el profesor Pere Ysàs, que habló de la ruptura democrática ante la crisis del franquismo.

Hoy arrancan los demás congresos de los Premis Octubre, que este año centra la atención más que nunca en el ciclo de conferencias, en las que participan algunos de los protagonistas de la transición. Hoy le toca el turno a Santiago Carrillo que hablará del papel que desempeñaron los comunistas españoles en la transición democrática. Xabier Arzallus o Jordi Pujol son otros de los conferenciantes.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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