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FÚTBOL | Primera jornada de Liga

Siete nuevos fichajes, y cinco en el campo

Àngels Piñol

Johan Cruyff, consejero de la junta del Barça, siempre decía que el dinero tiene que estar en el campo. Y, anoche, Frank Rijkaard, lo cumplió a rajatabla. El Barça debutó ayer con cinco nuevos nombres sobre el césped: un lateral (Belletti); un centrocampista (Deco) y tres delanteros (Eto'o, Larsson y Giuly). El club ha fichado a siete futbolistas y los dos que no estaban ayer en Santander faltaron por razones extradeportivas. Edmilsson se trajo de Francia una sanción de dos partidos en la Liga -y otro en la Champions- que tiene que cumplir y Silvinho está, desde hace días, luchando contrarreloj para lograr la nacionalidad española antes de mañana. Hoy prevé jurar en Vigo -donde empezó la tramitación del papeleo-, la Constitución.

Posiblemente, éste ha sido uno de los cambios más radicales que ha dado la directiva de Joan Laporta en esta temporada. La junta empezó hace un año, nada más asumir su mandato, a poner orden y modernizar el club, a cambiar de estilo y a colocar los cimientos para sanear la economía. Pero algo le quedó pendiente. Se gastó más de 40 millones de euros en siete fichajes pero el cambio real no se vio reflejado en el césped. La afición, que nunca entendió porque entonces no fichó a nuevos delanteros para paliar la falta de gol, se empezó a temer lo peor nada en cuanto echó un vistazo a la alineación con que el Barça debutó hace un año en San Mamés (0-1). Sólo fueron titulares Ronaldinho, Van Bronckhorst -sustituido ayer en el descanso por una lesión en los isquiotibiales- y Quaresma, que muy pronto se cayó del equipo inicial. La política de fichajes fue una de las críticas que la afición dirigió a la junta, a la que se le reprochó, especialmente en la primera vuelta, cuando el Barça llegó a ser duodécimo, que en el campo estaban las mismas caras de siempre. Los azulgrana atraparon al final de la Liga la segunda plaza, pero la junta decidió afrontar una profunda remodelación en el vestuario. Ha dado doce bajas y no quedan ahora ni la mitad de aquél pelotón de recién llegados: el portero Rustu ha sido cedido al Fenerbhace, su club de origen, y el central Mario, al Mallorca, aunque podría regresar al Valladolid. Y Quaresma fue traspasado al Oporto para abaratar el fichaje de Deco. Luis García es el único que se ha ido por la puerta: juega en Anfield Road.

De encajar hace un año una dolorosa derrota en Santander (3-0) a quitarse la espina con un buen debut. El Barça tiene gol y hasta Pasqual Maragall, que se declaró un barcelonista confeso ante Canal Plus, lo analizó: "Ronaldinho es espectacular pero Eto'o también. Este Barça es un equipo fuerte, luchador y muy ofensivo".

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