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Crónica:Atenas 2004 | VELA: EL GRAN DÍA ESPAÑOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Los veleros vuelven a volar

Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón en '470' y Rafael Trujillo en 'Finn' alcanzan la plata y anuncian su adiós a las clases olímpicas

Aunque partían como segundos clasificados ante la última regata, asegurarse las medallas no les resultó nada fácil a Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón, por un lado, y Rafael Trujillo, por otro. Se echaron a la mar con la esperanza de colgarse la medalla de plata. Pero en algún momento las cosas se les complicaron sobremanera. Las dos españolas de la clase 470 se vieron incluso fuera del podio y el Finn de Trujillo parecía haberse encallado en la vorágine y descendió al tercer puesto. Pero, al final, lograron superarse y consiguieron sus objetivos. Con estas dos medallas de plata, la vela española regresa al podio después del sorprendente fracaso, hace cuatro años, en Sidney, donde no ganó ninguna. Ahora suma ya 14 y continúa siendo el deporte que más aporta a España en la historia de los Juegos.

"El susto que he pasado no se lo deseo a nadie", confiesa Trujillo, que se vio únicamente tercero
Hubo un litigio y Azón y Vía-Dufresne temieron que se montara una estrategia contra ellas
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"Cuando cruzamos la línea de llegada, nos quedamos las dos paradas y, en vez de reír, nos pusimos a llorar de emoción", cuenta Vía-Dufresne, que sólo unas horas antes de salir había sabido oficialmente que una reclamación del barco danés sobre la penúltima regata no iba a prosperar: "Pasamos muchos nervios porque en la regata anterior nos habían cerrado varios barcos y había un litigio pendiente. Nos habían insultado y pensé que tal vez montarían alguna estrategia contra nosotras en el mar para impedir nuestra medalla: que nos dieran un golpe en el timón o que nos impidieran coger el buen rumbo en la salida. Pero no ocurrió nada".

Durante la regata intentaron no sufrir demasiado. "Cuando nos vimos cuartas", explica Azón, que se colgó su primera medalla olímpica, "intenté tranquilizar a Natalia. Pero, cuando enfocamos la parte final y contamos los puntos, le dije: '¡Ya está, lo hemos logrado!". Aquello fue como una liberación: "Después de navegar desde los nueve años, habiendo trabajado tanto como lo hemos hecho con Natalia en los últimos seis años, pensé que quizás me lo merecía". Para Vía-Dufresne, esta medalla de plata también supuso sensaciones muy especiales. "En Barcelona 92

[fue plata en la clase Europa con tan sólo 19 años] no fui tan consciente de lo que suponía como ahora", asegura; "esta vez hemos tenido que sudarla mucho más".

A Trujillo su medalla casi se le atraganta. "El susto que he pasado no se lo deseo a nadie", confiesa minutos después de echarse al agua junto a Natalia y Sandra y a sus respectivos entrenadores; "cuando ya estás acariciando la medalla de plata, la de bronce te sabe a poco. Habría creído que los dioses me habían abandonado. Cuando pasé por la última boya y me vi el 15º, decidí forzar el barco al límite. Entré por derecho al belga, que no quiso guerras, y luego ataqué a Ben Aislie, que ya estaba más puesto en las celebraciones de su triunfo que en la carrera. Y pude concluir el 13º y asegurarme la plata". Trujillo quiso dedicar su primera medalla olímpica a su madre, Margot, por el apoyo que le ha dado en los últimos meses a pesar del reciente fallecimiento de su padre.

Sin embargo, los medallistas anunciaron también que no van a seguir en las disciplinas olímpicas. "Yo tengo ya un compromiso con un desafío italiano, el Piu 39 Clandestin, para navegar con ellos en la Copa del América", explicó Trujillo; "14 de mis rivales también se enrolan en desafíos. Ainslie [ganador en Finn] estará con Nueva Zelanda". Y Vía-Dufresne afirma que piensa enrolarse también en algún crucero, hacer windsurf e irse a esquiar en invierno: "Cambiar de vida, vamos. Creo que con el 470 he cubierto una etapa. Mi ciclo aquí ha terminado".

La vela española mantiene varias esperanzas más en Atenas. Las tripulaciones de Tornado, con Fernando Echarri y Antón Paz, y Star, con Roberto Bermúdez y Pablo Arrate, que comenzaban su actuación en estos Juegos, se situaron ayer en el tercer y en el sexto puesto de las clasificaciones generales respectivas mientras que, en 49er, Iker Martínez y Xavier Fernández mandan, aunque igualados, eso sí, con la tripulación de Ucrania.

Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón, por delante de las brasileñas Adriana Kostiw y Fernanda Oliveira en la última regata de la clase <i>470.</i>
Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón, por delante de las brasileñas Adriana Kostiw y Fernanda Oliveira en la última regata de la clase 470.EFE

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