Manuel Fuentes sube al escenario para intepretar a Springsteen

No hace falta ser fan de Bruce Springsteen para disfrutar del espectáculo que ofrece Manel Fuentes cada miércoles de agosto, en la sala Luz de Gas de Barcelona. Aunque entre el numeroso público destacan los seguidores de Springsteen, el ambiente es de lo más variopinto: desde cuarentones que van a tomar una copa o habituales del local, pasando por extranjeras y españolas ajenas al cotarro, fans incondicionales de Fuentes -chicas que se ponen en primera fila para ver de cerca el paquete del showman- y hasta famosos, como el político Alberto Fernández Díaz.

Todo empezó hace unos años cuando Fede Sardà, responsable de la sala Luz de Gas, le propuso compartir escenario con Mónica Green y Frank Mercader. "Cantaba algunas canciones de Bruce, Elvis y de The Beatles. Fede se quedó con ello y me animó a actuar en solitario", recuerda el artista sobre sus inicios como cantante.

El 9 de abril de 2002, exactamente dos años después de que el Boss volviera a juntarse con la E-Street Band en Barcelona, Manel Fuentes se estrenó en Luz de Gas con la Spring's Team Band -en su mayoría miembros de la banda de su programa de TV-3 y del de Tele 5-. La única condición que puso el artista fue que quería a sus músicos con él. Así se hizo. Ensayaban cuando podían, normalmente la tarde antes del concierto. Desde entonces, juntos repasan los temas más emblemáticos de Springsteen.

En un perfecto inglés-americano, Fuentes irrumpe en escena a cantar temas como Promise Land, Glory Days, Dancing in the Dark o Thunder Road. El repertorio -que varía en cada concierto- no suele incluir los temas más conocidos del artista estadounidense, aunque sí los más significativos para sus seguidores. Fuentes asegura que "hay muchos guiños para los fans" en el concierto que ofrece durante más de hora y media. El público responde enloquecido: se sabe las letras, corea las canciones y hace todo lo que le pide el artista, como si del mismo Springsteen se tratara.

Encima del escenario pone toda la carne en el asador: canta sin desafinar -ha dado clases de canto aunque, según un fan, "se cuela en la letra de alguna canción"-, baila e incluso se permite incluir imitaciones del Rey o de Aznar. Aunque puede parecer que lo que hace es imitar a su ídolo, Fuentes no deja de ser Fuentes en ningún momento. Y a la gente le encanta. El concierto es la oportunidad de compartir esta devoción por el Boss. Para el artista, "la comunicación con el público es mucho mayor que en la televisión o en la radio. Es una fiesta".-