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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

El Egipcio acusó a Ghayoun y El Morabit

Rabei Osman El Sayed Ahmed, El Egipcio, de 33 años, presunto cerebro de los atentados del 11- M y detenido el pasado 7 de junio en Italia, mencionó en sus conversaciones telefónicas interceptadas por la justicia italiana, que los imputados Basel Ghayoun, de 25 años, y Fouad El Morabit El Amghar, de 28, están implicados directamente en los atentados de los trenes de la muerte, según figura en el auto dictado por el juez Juan del Olmo y que ayer fue comunicado a la comisión de investigación del Congreso.

En la documentación remitida por las autoridades judiciales de Milán se refleja que Rabei Osman El Sayed realizó una llamada telefónica desde Italia, en el mes de abril de 2004, a uno de los teléfonos de Fouad El Morabit. Además, tanto El Morabit como Ghayoun admiten haber alojado el día 11 de marzo de 2004, en su vivienda de la calle de Virgen del Coro, de Madrid, a uno de los suicidas de Leganés y que aparece vinculado a la ejecución directa de los atentados, al encontrarse en las proximidades de la estación de Vicálvaro la ropa de la que se había desprendido sobre las 7.45 del 11 de marzo.

El Morabit además mantuvo numerosas conversaciones telefónicas con miembros de la célula de Morata de Tajuña y tanto él como Ghayoun eran conocidos de Sharhane El Tunecino, jefe operativo del grupo, con el que mantenían, según el auto, "una estrecha relación personal".

La resolución dictada por Del Olmo destaca también la participación de otros imputados. Así, respecto a Jamal Zougam señala que "existen dos reconocimientos judiciales en rueda indubitados, efectuados en el periodo inicial de su privación de libertad, en el que resulta identificado sin ningún género de dudas, como la persona que es reconocida en dos de los trenes que finalmente explosionaron, llevando una bolsa o mochila; y es especialmente significativa la identificación, por cuanto no se realiza en dos trenes que resulten incompatibles (ni temporalmente, ni por la localización entre las estaciones donde es advertida inicialmente su presencia), sino en dos cuya secuencia de actuación y de presencia se muestra especialmente justificada y razonable en una estrategia de actuación consecutiva". El juez precisa que desvelará esa estrategia cuando alce el secreto del sumario.

El magistrado relata también las pruebas existentes contra los otros imputados.

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