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FÓRUM DE BARCELONA | Espectáculos

Manel Dueso dirige una comedia propia en el teatro Villarroel

'Fortuna accidental' aborda las circunstancias que cambian la vida

Paralelamente a su trayectoria como actor y director, Manel Dueso ha ido forjando una carrera como dramaturgo. Una carrera con muchos obstáculos porque como él mismo reconoce, para los autores catalanes supone "un vía crucis" conseguir estrenar sus obras. Su octavo título, Fortuna accidental, "una tierna comedia con muy mala leche", se presenta esta noche en el teatro Villarroel, dentro de la programación del Grec. La pieza, dirigida por el propio Dueso, habla de aquellas circunstancias que pueden cambiar la vida de una persona de forma instantánea.

"La ternura es necesaria en la vida, y al mismo tiempo todos nosotros estamos cada vez más llenos de mala leche por todo lo que ocurre en el mundo, por la ambición desmesurada, las guerras, los grupos marginales cada vez más numerosos", señala el autor y director para explicar su definición de la obra. Dueso dedica la obra a su hermano menor. Como dramaturgo siempre se inspira en elementos cercanos a su vida, aunque luego la ficción acabe imponiéndose, y en este caso el fuego de la creación prendió a raíz de un grave accidente sufrido por su hermano años atrás. Hacía tiempo que la idea de la obra rondaba por la cabeza del autor, "pero no tenía la distancia suficiente", indica. "La historia se me convertía en un melodrama, y yo quería abordarla desde el optimismo". Al final ha conseguido imponerse a esas derivas sombrías, aunque el humor que impregna esta comedia sea negro.

Fortuna accidental ("la fortuna puede ser buena o mala; el nacimiento mismo es un accidente, te tocan unos padres y no otros", dice Dueso) es una obra con cinco personajes: un joven al que un accidente de moto ha sentado en una silla de ruedas (interpretado por Marc Martínez); un hombre que a sus 60 años, muerta su madre, decide por fin salir del armario (Jordi Vila); su pareja ocasional (Toni Sevilla); el sobrino del gay liberado, un escritor en ciernes que aspira a ver publicada su novela (Òscar Rabadán), y su esposa (Marieta Sánchez), una colombiana que llegó a Cataluña tras perder a su familia a causa de la erupción del volcán Nevado del Ruiz.

Razones de vecindad y / o parentesco relacionan a todos los personajes; una situación límite hará eclosionar en ellos todo tipo de emociones. "La obra es como un volcán, tiene mucho de vómito, de fuego que quema", explica el director. La soledad del joven accidentado, a quien sus amigos dejan a un lado tras la tragedia, las envidias derivadas de la jugosa indemnización que recibe, el adulterio y el compromiso son elementos clave en el desarrollo de una historia donde todos mienten.

El actor Marc Martínez, al que le toca desplazarse sobre el escenario en silla de ruedas, dice acerca de su personaje: "No se subraya el hecho de que sea un disminuido físico. Hemos hecho un trabajo emocional, no naturalista. La realidad no es natural, es un monstruo deforme", opina.

Fortuna accidental es una coproducción entre el Fórum Grec y el Villarroel Teatre y podrá verse en la sala barcelonesa hasta el día 1 de agosto.

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