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Eslava Galán funde historia medieval y fantasía en su última novela

El escritor inaugura una colección con 'Los dientes del dragón'

Cruzados y sarracenos combaten en el siglo XII en San Juan de Acre. Lucas de Tarento, un caballero templario, recibe una misión que puede cambiar el signo de la cruzada en Tierra Santa: hallar el Espejo de Salomón, que da un poder sobrenatural al que lo posee. Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) inicia así Los dientes del dragón (Devir), una novela que funde historia medieval y fantasía.

El protagonista estará acompañado en su difícil misión por un joven noble, una dama elfa y un escudero. Para cumplir con lo encargado por los líderes de la cruzada, deberá enfrentarse a los legendarios dragones, guardianes de la clave necesaria para manejar la reliquia. El suyo es un viaje que, en una tensa carrera contra el tiempo, se adentra hasta los confines más lejanos.

"La expedición busca una piedra que tenían los dragones en la garganta. Estas piedras estaban dotadas de poderes sobrenaturales. Van a Delfos, a Cazorla y a Marsella. Hay un caballero que se inicia en la caballería en una ermita mozárabe. Hay también magos buenos y malos", comentó ayer Eslava Galán en Sevilla.

"Nunca me he divertido tanto escribiendo una novela como con este libro. Y creo que se nota que me lo estoy pasando bien manipulando mitos que no me he inventado. He procurado que haya historias paralelas de amor e historias paralelas de odio", afirmó Eslava Galán, que en 1987 obtuvo el Premio Planeta por En busca del unicornio. Otras de sus novelas también han logrado galardones. Es el caso de El comedido hidalgo (Premio Ateneo de Sevilla de 1994) y Señorita (Premio Fernando Lara de 1998).

Los dientes del dragón inaugura la colección Fábula Arcana, con la que la editorial barcelonesa Devir pretende apostar por una línea que "mezcla la fantasía heroica con la novela histórica". Por ello, Devir encargó al autor jiennense que escribiera esta novela. "Juan Eslava Galán conoce todos los mitos medievales y muchas de las fuentes de las que beben los autores anglosajones", señaló el editor Joaquim Dorca.

Eslava Galán hizo alusión a un tronco narrativo "que existe mucho antes de Cervantes", en concreto la novela bizantina y obras como Tirant lo Blanch. "Me ha fascinado siempre este tipo de literatura. Yo no había leído [la novela] El señor de los anillos. Lo intenté, sin éxito, en inglés. En cualquier caso, tenía la idea de crear un mundo, que es lo que intenta todo novelista. Y aquel mundo de El señor de los anillos me parecía excesivamente céltico, envuelto en brumas", relató. Por esta razón, Eslava Galán ha intentado con su novela fundir fantasía e historia "desde el sol mediterráneo, que ha alumbrado mitos y leyendas".

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