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El 15% del suelo rústico andaluz corre riesgo de desertificación

Medio Ambiente invertirá 7.500 millones de euros en diez años

Que el desierto no suceda al hombre. Con este deseo la Consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, presentó ayer en la Alpujarra granadina el Plan Andaluz de Control de la Desertificación, que pretende poner en marcha la Junta de forma inmediata y que supondrá una inversión de 7.500 millones de euros en 10 años. El 15% del territorio andaluz corre grave riesgo de desertificación.

Aún estamos a tiempo en Andalucía de poner freno al avance del desierto. La consejera de Medio Ambiente lanzó ayer este mensaje esperanzador en la Alpujarra, donde visitó una zona afectada por la erosión, natural e inducida por el hombre.

La idea de la consejera es poner en marcha, cuanto antes, las 200 medidas que recoge el plan, que por primera vez incluye un diagnóstico de todo el suelo andaluz.

Málaga, y no Almería, es la provincia con un mayor riesgo de avance del desierto. Huelva, la que menos. Sin contar el terreno urbanizable, un 9% del suelo de la región corre peligro alto de desertificación y un 6%, muy alto.

En el programa de actuaciones participará la Administración central al 40%. Parte del presupuesto saldrá de la reconducción y reorientación de fondos ya previstos para otras líneas de actuación. También estarán implicadas varias consejerías.

Fuensanta Coves, acompañada por el delegado de Medio Ambiente en Granada, Gerardo Sánchez, y el director general del Medio Natural, José Guirado, explicó que ya se han dado pasos, como el tratamiento de zonas específicas y los cambios en las formas de roturar las tierras. Es el caso de la subcomarca de la Contraviesa, la cadena montañosa que se interpone entre el mar y la Alpujarra, donde los terrenos de labor se roturan ya en horizontal para dificultar el arrastre de tierra por el agua.

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El plan, según explicó Guirado, también se centra en actuaciones relacionadas con la productividad del suelo, el impacto de los incendios, el abuso de la agricultura intensiva, la sobreexplotación de los acuíferos y la "puesta en valor" de los espacios áridos.

La zona de Cádiar, Ugíjar y Yégen, que ayer visitó Fuensanta Coves, es el área europea con mayor pérdida de suelo. Cada año se pierden aquí unas 200 toneladas por hectárea. Es una zona que está en el umbral de la desertificación.

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