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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La igualdad social, nuevo reto homosexual

El compromiso del Gobierno para el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho de adopción conducen a la plena igualdad legal del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales).

Sin embargo, quedará mucho camino para la igualdad social. La defensa de los derechos homosexuales se ha normalizado en las instituciones democráticas y eso conllevará transformaciones en el movimiento asociativo para centrarse en cambiar la cotidianidad. Que nadie piense que todo está hecho. La medida que mejor revela el grado de homofobia existente reside en las continuas injurias del lenguaje y en la escasa visibilidad del afecto de las parejas homosexuales en público.

Precisamente hace unas semanas nos sorprendía la agresión contra dos gays por ir cogidos de la mano en una estación de tren de Barcelona. El respeto a la diversidad sexual debe empezar desde la escuela para aceptar e integrar las diferencias y para afirmar a los y las adolescentes homosexuales, cuyo grado de suicidios es superior al de los jóvenes heterosexuales. Sin embargo, la homosexualidad no existe en ningún nivel de la enseñanza. Todavía el debate sobre sexualidad y afectividad no se ha llevado a los institutos, ni tampoco las máquinas dispensadoras de preservativos, mientras aumentan los embarazos no deseados en adolescentes y las enfermedades de trasmisión sexual.

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Tampoco se ha avanzado para reconocer a las parejas del mismo sexo en los convenios laborales y aunque el matrimonio pueda suplir ese déficit, quedará mucho por hacer. Los gays seropositivos no encuentran reinserción a ningún nivel. Hay muchos temas pendientes que no deben ser relegados por los avances legales.

Las fuerzas de orden público tienen que prevenir la delincuencia contra las personas LGBT. Las televisiones públicas pueden contribuir a la normalización social con la emisión de alguna de las series dramáticas británicas de calidad con protagonistas homosexuales.

Seguramente los dos grandes retos de futuro, junto a una educación inclusiva, sean la situación de la tercera edad LGBT y la inmigración. Los ancianos y ancianas homosexuales, y más los afectados por el VIH/sida, podrán mantener mejor su privacidad, como cualquier otra persona, a través de la asistencia domiciliaria. El gran número de inmigrantes que llega al Estado español procedentes de zonas donde la homosexualidad carece de derechos, invita a una integración cultural de respeto mutuo de las tradiciones y

de las leyes de este país de acogida. Asimismo, los grupos LGBT de los nuevos miembros de la Unión Europea y de Latinoamérica deben entrar a formar parte de la política de cooperación del Gobierno y de las ONG. Todos estos nuevos retos para la igualdad social conforman el futuro del movimiento asociativo homosexual.

De igual manera habrá que pensar en crear órganos específicos, sean institucionales, sean fundaciones privadas, para estudiar todas estas cuestiones, buscar soluciones junto a las administraciones y ofrecer servicios adecuados, por ejemplo, en la producción de exposiciones, formación de educadores o desarrollo de proyectos internacionales. Conformarse con lo ganado sería retroceder.

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