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Crónica:NATACIÓN | Campeonatos de Europa
Crónica
Texto informativo con interpretación

La reina del fondo

Erika Villaécija confirma su calidad y progresión en los 800 metros libres y logra su segundo oro

Los atletas españoles pusieron de moda con sus éxitos en el fondo y en el maratón el apelativo de africanos del norte entre el gran dominio de kenianos y etíopes. España también tiene su africana europea en la natación, aunque en el caso del deporte acuático sería mucho más complicado de calificar. Las largas distancias han sido tradicionalmente un coto cerrado de las grandes potencias, Estados Unidos y la antigua RDA, sobre todo. Pero hay un largo abanico de nadadoras de distintos países que aspiran aún a acercarse a los viejísimos récords de los 800 metros libres, la prueba clásica femenina del fondo, en poder de la legendaria norteamericana Janet Evans (el mundial, en 8m 16,22s desde 1989), y de la alemana oriental Anke Mohring (el europeo, en 8m 19,53s desde 1987, y sospechoso de oficio aunque no se le detectara el dopaje de Estado en su momento).

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España tiene una estrella, la mejor, Erika Villaécija, una maratoniana de Barcelona que cumplirá el próximo día 2 de junio los 20 años. La joven de 1,77 metros de estatura y 61 kilos de peso sumó ayer su segunda medalla de oro en los 800 libres tras la del martes en el último relevo del 4 x 200. La reina del fondo, que aún aspirará al podio el domingo en los 400, ha dado en los últimos tiempos todos los pasos triunfales y estaba invicta esta temporada. No sólo ganó las pruebas prestigiosas de la Copa del Mundo en Berlín y la de Viena, sino que el pasado diciembre se impuso en los Europeos de piscina corta y cubierta, de 25 metros, en Dublín. Ya es doble campeona continental al vencer también al aire libre, frío y lluvioso, de Madrid. Se coronó en la distancia olímpica de 50 metros con una facilidad asombrosa, tras un paseo casi en solitario. Es la segunda nadadora nacida en España, aparte de Nina Jivanevskia, que gana un título. María Peláez, que aún nadará aquí, venció en los 200 mariposa de la edición de 1997, en Sevilla.

Sólo la eslovena Anja Carman le resistió el ritmo a un segundo de margen hasta mitad de la prueba. Después, aunque mantuvo apuradamente la plata ante las rumanas Potec y Paduraru -ésta fue la única que pasó en cabeza, por dos centésimas sobre Erika, los primeros 50 metros-, se fue descolgando irremisiblemente más de otro segundo cada 100 metros. La brazada larga e implacable de la española no dio opción.

Récord de España

Su progresión en los últimos años ha sido espectacular y hasta su entrenador, Joan Fortuny, admira su capacidad para quedar bien en cuantas pruebas participa. Lleva ya más de 20 en que logra títulos y mejora récords. Ayer, pulverizó su récord de España por cuatro segundos y medio, 8m 31,26s frente a 8m 36,71s. Y, aun así, con su afán perfeccionista, no estuvo del todo contenta: "Esperaba bajar de 8m 30s, pero, bueno, he conseguido lo que quería, acercarme y ganar el oro. Salí a hacer mi prueba, vi por la calle 8 a la eslovena, pero me fui yendo". Erika ya es una veterana y para algo le sirven también sus estudios de psicología. No le traicionaron los nervios como en los Mundiales de Barcelona 2003, donde fue décima.

Erika apunta ahora a Atenas, pero allí las rivales, numerosas, serán de enorme entidad. Aparte de las armadas de Estados Unidos y Australia o de China, estará la británica Rebecca Cooke, aunque a ésta ya la ha ganado en las últimas pruebas este año, y la alemana Hanna Stockbauer, la campeona mundial. Y para acabar ha sorprendido la mejoría el pasado abril de las japonesas Sachiko Yamada y Ai Shibata, que quedaron 12ª y 13ª en los Mundiales, por detrás de Erika. Han hecho las mejores marcas mundiales de la temporada con 8m 23,68s y 8m 27,61s. La futura psicóloga lo sabe y por eso quería rebajar su marca ayer.

Erika es la novia de otra de las estrellas que ha surgido en la natación española, el sorprendente velocista Eduard Lorente, sexto ayer en la final de 100: "La verdad es que se lo merece. Es una luchadora nata. No es porque sea mi novia, pero cada día en los entrenamientos da el 100%", comentó tras nadar apenas unos minutos después.

Dentro de un nivel bajo de marcas por el mal tiempo y en unos campeonatos a trasmano camino de los Juegos de Atenas, la natación española volvió a tener también el destello de confirmación y esperanza en los espaldistas David Ortega y Aschwin Wildeboer. El veterano pasó como tercero a la final de 50, y el segundo, aplicando su desparpajo, tras su pequeña decepción en los 100, como cuarto. Tataiana Rouba, otro oro del relevo 4 x 200 libres, también será una digna finalista en los 200 estilos.

Erika Villaécija saluda sonriente tras ganar la medalla de oro de los 800 metros libres.
Erika Villaécija saluda sonriente tras ganar la medalla de oro de los 800 metros libres.LUIS MAGÁN

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