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El Gobierno balear abandona el Llull por discrepancias con la Generalitat

El presidente Matas quiso imponer como director a Janer Manila

El Gobierno balear, del PP, decidió ayer abandonar el Institut Ramon Llull (IRL) por desavenencias con la Generalitat sobre el nombramiento del director y sobre el control de esta plataforma de promoción de la cultura y la lengua catalanas. El presidente Jaume Matas pretendió en el último momento designar como director del IRL al escritor y pedagogo mallorquín Gabriel Janer Manila. Pasqual Maragall se opuso.

Los presidentes Maragall y Matas, que se reunieron ayer en Palma de Mallorca, optaron por la ruptura. El PP sólo aceptó como director a Janer Manila y rechazó al editor Xavier Folch, propuesto por la Generalitat, quien será el nuevo director del Ramon Llull. Matas ya vetó a la filóloga menorquina Aina Moll.

"No fue posible el acuerdo y hemos decidido ir para atrás", dijo Matas al anunciar su ruptura con el IRL, y anticipó "la voluntad de crear más fórmulas de colaboración de una manera más ambiciosa". "Deshacemos el camino, pero lo reharemos". Maragall explicó, con términos diplomáticos, el parte final del incidente abierto en enero de 2004 al saltar a la prensa el nombre de Aina Moll sin comunicación previa a Palma: "Preferimos poner el contador a cero para caminar juntos hacia adelante con más fuerza que nunca". Antes del mes de agosto, los dos gobiernos celebrarán en Barcelona una cumbre con ésta y otras cuestiones abiertas. Matas y Maragall firmaron un acuerdo para la emisión recíproca en ambos territorios de sus televisiones autonómicas.

"El acuerdo resuelve problemas del pasado", opinó Maragall, quien auguró que "en un año la situación será mucho intensa". "Tenemos el firme deseo de abrir una etapa nueva de relación cultural, con buena letra, con parsimonia, como nunca en la historia". El Gobierno balear se consideró en ocasiones minusvalorado, con un papel secundario, sin otra posibilidad que refrendar las decisiones catalanas, indicaron fuentes del Departamento de Cultura balear.

"Algunas cosas no se hicieron del todo bien en el inicio, por aspectos formales más que de contenido", reconoció Maragall, que ve "a pocos meses vista relanzada la colaboración cultural". El presidente de la Generalitat opinó que "será más prudente un paso atrás para dar dos adelante" y con "un camino de confianza mutua más grande de la que ha habido". "Porque somos dos pueblos con la misma lengua, con diversidades que se han de respetar y con un futuro espléndido".

"El IRL tiene que seguir su andadura y no podía estar parado, como sucede desde hace meses", señalaron fuentes de la Generalitat. Matas y Maragall aludieron a la excelente relación personal para asegurar, según palabras del dirigente catalán, que "se inicia una etapa enormemente positiva" y "sin imposiciones desde ninguna parte". Matas afirmó: "No volveremos ambos a repetir los errores cometidos y evitaremos malentendidos".

El presidente balear no quiso hablar de cómo saldrá Baleares del IRL -cuya creación fue votada en los parlamentos balear, catalán y en las Cortes Españolas- y en qué situación quedará la delegación de Palma.

El ex consejero balear de Cultura Damiá Pons, del PSM, que con el ex director convergente del Llull fue uno de los impulsores del mismo, culpó a la vez a los gobiernos de Cataluña y de Baleares. Censuró la "poca habilidad" de Maragall y de su consejera de Cultura, Catalina Mieras, y los tildó de "cómplices" en el abandono de Baleares del organismo.

"Han hecho un pésimo favor a la lengua y la cultura" de ambas comunidades, añadió Pons, que también acusó a los dos dirigentes de ser "sectarios" por no llevar adelante los proyectos que realizaron sus antecesores, de distinto color político.

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