En medio año habrá que llevar la tarjeta sanitaria para adquirir medicinas

En el plazo de seis meses, los pacientes tendrán que presentar en la farmacia su tarjeta sanitaria para que se les dispense la medicación prescrita por el médico. Éste es uno de los aspectos que recoge el concierto alcanzado entre la Consejería de Sanidad y los colegios de farmacia de la Comunidad Valenciana y que ayer aprobó el pleno del Consell.

El documento fija un marco legal destinado a regular la prestación farmacéutica financiada por Sanidad a través de las 2.059 farmacias valencianas, ya que, como señaló ayer el responsable de este departamento, Vicente Rambla, no existía ningún documento que amparara las relaciones entre las farmacias y la Generalitat. Pero además, establece las bases para la interconexión entre los sistemas informáticos de Sanidad y los bancos de datos de las farmacias. De esta forma, las farmacias se incorporarán a los sistemas informáticos de la consejería. El punto de intersección entre ambos será la tarjeta sanitaria -la llamada tarjeta SIP (Sistema de Información Poblacional)-.

En un primer paso, se requerirá la tarjeta para que en la farmacia, gracias a un lector óptico, se compruebe que la persona a quien se le receta la medicación coincide con el titular del documento. En un futuro se pretende que en el momento de la receta, en lugar de prescribir por escrito, el médico registre los medicamentos en la banda magnética de la tarjeta sanitaria. De esta forma, el paciente obtendría la medicación simplemente llevando la tarjeta a la farmacia, donde se le dispensaría tras pasarla por el lector adecuado.

El acuerdo diseña además los mecanismos para la dispensación de medicamentos incluyendo los procesos de incidencias, facturación y pago, y también facilitará el acceso a la firma electrónica reconocida por el colectivo farmacéutico. También se establece la obligatoriedad para el farmacéutico de dispensar lo prescrito por el médico en las cantidades indicadas. Otro de los aspectos recogidos es la asistencia farmacéutica sociosanitaria, para la que se crea una comisión destinada a regular las relaciones entre las residencias sociosanitarias privadas y las oficinas de farmacia. "El farmacéutico no puede ser un tendero que se limite a dispensar", debe ser un "agente de salud", señaló Rambla.

2.100 nuevos docentes

El Consell también aprobó ayer la oferta de empleo público del personal docente no universitario para el año 2004, que incluye un total de 2.100 plazas. Se trata de la "segunda convocatoria más importante cuantitativamente" de las aprobadas en el ámbito docente, aseguró el portavoz del Consell, Alejandro Font de Mora. De estas 2.100 plazas, 1.015 corresponden al grupo A, y, dentro de éste, 15 al cuerpo de inspectores de Educación, 915 al de profesores de Enseñanza Secundaria, 19 al de profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas y 66 al cuerpo de profesores de Música y Artes Escénicas. Las 1.085 plazas restantes son del grupo B, de las que 1.000 son para el cuerpo de Maestros y 85 para de profesores técnicos de Formación Profesional.

Por otro lado, el Consell decidió proteger unas 500 hectáreas de monte en el término de Xert y casi 40 en Atzeneta del Maestrat mediante su inclusión en el catálogo de montes de utilidad pública.