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El FMI espera a su 'jefe' con un 4,6% de crecimiento

Rato afianza su candidatura al Fondo, que revisa medio punto al alza la previsión para la economía mundial en 2004

El nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) asumirá su puesto en Washington en las próximas semanas con una buena noticia: la economía mundial crecerá un 4,6% en 2004, medio punto más que la previsión de 4,1% presentada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, en septiembre de 2003. Los servicios del FMI, según ha trascendido, revisarán al alza la previsión el próximo miércoles en Washington al presentar su informe bianual. La mala noticia: los doce países de la zona euro siguen de capa caída, por lo que crecerán el 1,7%, dos décimas menos del 1,9% previsto. Rodrigo Rato afianza su candidatura al encontrarse con la decisión de Francia de aceptar la reelección de su candidato, Jean Lemierre, como presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), mañana en la asamblea anual de la entidad, en Londres.

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La reunión de primavera del FMI, que comenzará el próximo miércoles con la presentación de las previsiones económicas para 2004, coincide este año con la decisión de las decisiones en la vida del organismo: la selección del nuevo director gerente para sustituir al alemán Horst Köhler. El sábado 24 está prevista la reunión del organismo asesor con mayor poder en el FMI: el Comité Monetario y Financiero Internacional. El presidente de dicho comité, el ministro del Tesoro británico, Gordon Brown, está trabajando con la idea de que a lo largo de la semana el consejo ejecutivo del FMI pueda contar con el candidato europeo, el hombre que tiene todas las papeletas para alzarse con el puesto.

Reelección de Lemierre

Para Brown, según fuentes del Tesoro británico y del Banco de Inglaterra consultadas por este periódico, ese hombre se llamaba, hasta el viernes pasado, Rodrigo Rato. Por otra parte, el Gobierno francés, según informó este periódico (ver EL PAÍS, edición del sábado 17 de abril) ha aceptado en contactos privados que su candidato, Jean Lemierre, sea reelegido mañana por otro mandato de cuatro años al frente del BERD. Fuentes gubernamentales francesas han admitido que el trabajo a favor de la candidatura de Lemierre, que partió con el apoyo del Gobierno del canciller alemán, Gerhard Schröder, empezó muy tarde para plantar cara al español Rodrigo Rato.

La candidatura de Rato se sometió a un escenario difícil tras la derrota del PP en las elecciones del 14 de marzo pasado, precisamente cuando el entonces ministro de Economía en funciones decidió postularse formalmente para el puesto. Hasta ese momento, Rato había dejado correr su nombre, sin pronunciarse sobre si era o no aspirante. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le expresó personalmente, en la semana siguiente a las elecciones, que apoyaba su candidatura. Lo mismo hizo más tarde el ministro de Economía y Hacienda in pectore, Pedro Solbes.

Para esas fechas, Alemania y Francia ya habían sellado su alianza para pasar factura a José María Aznar aprovechando la candidatura de Rato al FMI. La idea francoalemana era que si Rato podía contabilizar para el puesto de Washington el respaldo de la Administración de Bush, la misma que había utilizado a Aznar -ante la cual este último se ofreció entusiasta- para promover la división de la Unión Europea entre la vieja y la nueva Europa, en febrero y marzo de 2003, durante la recta final de la guerra de Irak, resultaba ahora imperioso oponer un candidato alternativo. Alemania, como primer país inversor en Europa del Este, deseaba un hombre suyo a la cabeza del BERD; mientras tanto, los franceses aspiraban a recobrar el FMI tras la salida de Michel Camdessus y su sustitución por Hörst Kohler en la primavera de 2000.

Jean Lemierre, que hasta entonces, en conversaciones privadas, se había autodescartado por entender que Rato tenía mucho terreno conquistado, salió al ruedo. Sin embargo, tanto los británicos como los norteamericanos han preferido desde el comienzo a Rato, quien ha tejido estrechas relaciones en los últimos años tanto con el ministro Brown como con el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, y los secretarios del Tesoro de EE UU, tanto Paul O'Neill como con el actual, John Snow. Por otra parte, los países latinoamericanos, bajo la discreta iniciativa de Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, un hombre nacido en un pequeño pueblo de Asturias y emigrado con pocos años a Uruguay, expresó, con ocasión de su reciente reunión anual en Lima, Perú, el apoyo a Rato.

Los países de la Unión Europea formalizarán, a partir de mañana, el nombre del candidato oficial. La elección de Lemierre al frente del BERD en la asamblea anual ya es un hecho. Por tanto, la candidatura de Rato es, de facto, la única vigente. Será Gordon Brown quien resuma en contactos con los ministros de Economía y Finanzas que a partir de hoy llegan a la capital británica los sondeos informales que ha mantenido en la última semana. Son sondeos, según fuentes del Tesoro británico, elogiosos para Rato.

Reunión de primavera

Si la candidatura de Rato se abre paso esta misma semana, el consejo ejecutivo del FMI podría proceder a hacer la selección en Washington días más tarde. Uno de sus directores ejecutivos, A. Shakour Salan, ya ha propuesto a tres candidatos: el británico Andrew Crockett, el egipcio Mohamed el-Erian y el norteamericano nacido en Zambia Stanley Fischer. En todo caso, el Comité Monetario y Financiero del FMI, que preside Gordon Brown, tiene en agenda su reunión de primavera para el sábado 24, en Washington, como parte de la reunión bianual del FMI. Para estas fechas existen posibilidades de que el cónclave del consejo ejecutivo oficie su fumata blanca.

Mientras, la revisión al alza de las previsiones serán una buena noticia para el nuevo director gerente del Fondo Monetario. El ritmo de crecimiento de la economía mundial se está acelerando al punto que la nueva previsión será del 4,6% para 2004, un 0,5% más que el vaticinio del FMI en su informe de septiembre de 2003. No obstante, las perspectivas son más mediocres en la zona euro, cuya economía se expandirá un 1,7% en 2004, dos décimas menos de la previsión anterior. Para 2005, el nuevo informe que hará público el FMI prevé un crecimiento mundial del 4,4% y un reforzamiento en la zona euro, con un 2,3%.

Rodrigo Rato (derecha), durante un encuentro con Alan Greenspan en Washington.
Rodrigo Rato (derecha), durante un encuentro con Alan Greenspan en Washington.EPA

Toque de atención a España

Las últimas recomendaciones del consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional sobre la marcha de la economía española fueron consideradas en su reunión del pasado 19 de marzo, ocho días después de los atentados que costaron la vida a 192 personas en Madrid. La valoración del consejo ejecutivo se basa en las conclusiones de una misión del Fondo que finalizó en Madrid el 17 de noviembre de 2003 y que fue complementada con datos actualizados hasta el 3 de febrero de 2004.

El informe elogia la evolución económica española, que mantiene un perfil de mayor vigor respecto al resto de los países de la zona euro, da la bienvenida a lo que califica como "un pequeño superávit gubernamental" (fiscal) en 2003. Pero, al mismo tiempo, advierte de que "a la luz de este resultado, el presupuestado déficit cero para 2004 supondrá un pequeño estímulo fiscal". Por esta razón, dice el documento aprobado, "la mayoría de los directores animan al nuevo Gobierno a buscar un mejor resultado que el presupuestado, beneficiándose con el útil marco que proporciona la Ley de Estabilidad Presupuestaria". ¿Cómo se consigue esto, según el FMI? "Esto debe ser alcanzado manteniendo los gastos del Gobierno central por debajo del techo presupuestario, y salvaguardando con prudencia el fondo de contingencias para circunstancias verdaderamente excepcionales, y fortaleciendo el control en la ejecución de los presupuestos regionales". El consejo ejecutivo del FMI subraya que "la sostenibilidad fiscal de largo plazo debe ser apoyada por una coherente reforma de las pensiones". El FMI anima a las nuevas autoridades españolas a "poner en un lugar elevado de su agenda una reforma de las pensiones con la idea de convertir el renovado Pacto de Toledo en una serie concreta de medidas. Éstas deben apuntar a incrementar gradualmente la edad efectiva de la jubilación y el fortalecimiento de la relación entre aportaciones y beneficios".

Si Rodrigo Rato, llegado el caso, es nombrado nuevo director gerente del FMI, serán él, el staff del FMI y el consejo ejecutivo quienes tendrán que velar por el cumplimiento de esas recomendaciones por parte de España.

Es sabido que el programa de José Luis Rodríguez Zapatero, ratificado en su discurso de investidura el pasado jueves, se compromete a mantener la "estabilidad presupuestaria", pero a distancia del dogma del "déficit cero" que, a juicio del FMI, supone cierta política expansiva.

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