Los británicos que hayan recibido sangre no podrán donarla por temor a las 'vacas locas'
Desde ayer, los ciudadanos residentes en el Reino Unido que hayan recibido una transfusión de sangre desde enero de 1980 no pueden donar sangre. La medida, que afecta a unas 50.000 personas, pretende eliminar la posibilidad de que estos donantes puedan transmitir la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, versión humana de la enfermedad de las vacas locas. El Gobierno anunció en diciembre que un hombre que murió de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob pudo haberla contraído a través de una transfusión sanguínea.
El mes pasado, el ministro de Sanidad, John Reid, anunció en el Parlamento su intención de prohibir que donen sangre las personas que hayan recibido una transfusión posterior a enero de 1980. Se considera establecido que no hay ningún riesgo de presencia de la enfermedad con anterioridad a esa fecha.
La prohibición entró en vigor ayer. En el Reino Unido hay en torno a 1, 7 millones de donantes, por lo que la prohibición, que afecta a unos 50.000 donantes, no parece que vaya a crear enormes problemas. El Servicio Nacional de Sangre, que apoya la prohibición, estima que la medida reducirá en un 3,2% las donaciones y que sigue siendo necesario alcanzar una media de 9.000 donaciones diarias.
El ministro Reid puntualizó que se trata de una medida preventiva para evitar cualquier riesgo de contagio, a pesar de que los expertos consideran "muy remota" la posibilidad de que tanto el donante como el receptor de la sangre puedan contraer la enfermedad. Sin embargo, el Gobierno admitió que al menos 15 personas han recibido sangre de otras personas que luego desarrollaron la variante humana de la enfermedad de las vacas locas. La prohibición será revisada cuando se encuentre un análisis que detecte la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en la sangre.
