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El suelo de la fábrica donde enfermaron 25 obreros "está contaminado"

El suelo del recinto de la empresa Emisa, del grupo Tudor -25 de cuyos trabajadores han enfermado tras haber estado en contacto durante muchos años, y sin protección, con níquel y cadmio- "está contaminado", según denuncian trabajadores de esta industria, ubicada en Torrejón. Empleados de esta factoría señalan que hasta 1995 los desechos de níquel y cadmio -metales utilizados para la fabricación de baterías para alumbrado de emergencia- eran arrojados sistemáticamente a una fosa que había en los aledaños de la firma, práctica que se mantuvo durante muchos añosEl níquel y el cadmio son dos metales cuyo contacto prolongado y sin protección pueden acarrear patologías cancerígenas a las personas. Cuatro trabajadores se hallan en la actualidad enfermos y de baja y es muy previsible que los efectos constatados ya en otros 21 se agudicen con el paso del tiempo y deriven en afecciones todavía más graves (ver EL PAÍS de ayer). Y es que en la fábrica Emisa, durante muchos años, los empleados colocaban sobre mesas de trabajo ambos metales, e incluso los tocaban con las manos, para fabricar las baterías. Al menos 25 ex empleados de Emisa -pues la industria se halla en la actualidad clausurada y vendidas sus instalaciones- presentan cuadros de fatiga y decaimiento.

Un juez y la Fiscalía de Delitos Laborales de Madrid investigan a los responsables de esta empresa debido a que la firma habría incumplido supuestamente las medidas de protección impuestas por la Inspección de Trabajo. Sólo a partir de 1995 la empresa ofreció mascarillas y guantes a los trabajadores que estaban en contacto con ambas sustancias. Pero tales medidas, según ha sancionado la Inspección de Trabajo, eran insuficientes y casi inservibles. Tudor España vendió Emisa el 30 de septiembre pasado, después de que la Inspección le hubiese impuesto una multa de 150.000 euros y hubiese clausurado la actividad de gran parte de la instalación, por ejemplo, la sala de montaje, uno de los principales focos de contaminación.

CC OO, en las diligencias

Trabajadores de Emisa que ahora se hallan enfermos han contado que las sobras de ambos metales fueron arrojadas a una fosa que se cavó en los aledaños de la industria. Expertos en el tema afirman que es probable que el níquel y el cadmio hayan contaminado todo el suelo de la industria y no descartan daños en el subsuelo y acuíferos.

El sindicato UGT, que ayer presentó una querella ante el juzgado de instrucción de Torrejón que investiga el caso, tiene previsto también denunciar la contaminación del suelo ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid, que dirige el fiscal Emilio Valerio.

En esta investigación penal figura asimismo personado desde hace dos años el sindicato Comisiones Obreras. Una denuncia de Comisiones Obreras ante la Fiscalía de Madrid, en la que se ponían de manifiesto enfermedades profesionales, es la que dio origen a la denuncia que instruye en la actualidad el juzgado de Torrejón, según explicó ayer Carmelo Plaza, actual responsable del Departamento de Prevención de Riesgos del sindicato CC OO.

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Tras vender estas instalaciones, Tudor recolocó a una parte minoritaria de los trabajadores en otras firmas del grupo. Según Tudor, "ninguno de los trabajadores que decidieron permanecer en otras empresas del grupo ha sufrido el más mínimo problema de salud en este tiempo".

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