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Reportaje:

Lehmann, el suplente orgulloso

El guardameta alemán, titular el miércoles contra Bélgica, mantiene su tensa relación con Kahn

La última batalla de las legendarias guerras de egos en la selección alemana explotó el mes pasado, pero llevaba años gestándose. El guardameta del Arsenal Jens Lehmann reclamó en los medios de comunicación la titularidad. Un hecho poco novedoso si Lehmann no hubiera acompañado su reivindicación con duros ataques de calado tanto personal como deportivo a Oliver Kahn, portero del Bayern de Múnich y titular habitual en la selección, cuya azarosa vida privada también fue objeto de las críticas de Lehmann.

Pocos días después de calificar esas críticas de su compañero como "propias de un nivel de jardín de infancia", Kahn comprometía el futuro del Bayern en la Liga de Campeones al tragarse un lejano zurdazo de Roberto Carlos que significó el empate. Un error que reavivaba una polémica difícil de gestionar por parte del seleccionador. "Jens ha sobrepasado los límites. Puede estar preparado para jugar, por supuesto, pero tenemos a Kahn, nuestro capitán y número uno", puntualizó el seleccionador, Rudy Voeller. Con esa declaración de intenciones Voeller viajó hace unas semanas a Londres para aclarar las cosas con Lehman, al que el miércoles colocó como titular en el amistoso ante Bélgica. El seleccionador había pactado con Oliver Kahn un descanso para esa convocatoria, evitando además un tenso encuentro entre los dos porteros que reconocen no dirigirse la palabra desde hace muchos meses.

La mala relación viene de largo, desde que los dos jugadores se disputan la camiseta número uno de la selección germana tras la retirada de Kopke en el Mundial de Francia en 1998. Desde entonces el elegido ha sido Khan. Lehmann tan sólo ha jugado 16 partidos con Alemania en los últimos seis años.

Lehmann lleva mucho tiempo rumiando rencores. Sabe que si las cosas siguen así no tendrá oportunidades de ser el número uno de los guardametas alemanes, ya que tiene, como Khan, 34 años. Quizás por eso había aceptado el pasado verano la oferta del lujoso Arsenal, un perfecto y exigente escaparate internacional Su anterior experiencia fuera de la Bundesliga (donde jugó ocho temporadas en el Schalke 04 y cinco en el Borussia Dortmund) había sido desoladora En el verano de 1998 fichó por el Milan. Tras jugar sólo cinco partidos en los que encadenó al menos media docena de enormes errores todavía recordados en Italia, perdió la titularidad. En diciembre de auqel año volvió a Alemania. Ahora exhibe su estampa en el equipo de Arsène Wenger, que le eligió para sustituir al emblemático Seaman. Su temporada está siendo buena, pero ensombrecida por fallos puntuales de mucho grosor, como el que cometió ante el Chelsea la pasada semana en la Liga de Campeones, regalando con un mal despeje con los pies un gol a Gudjohnsen.

Un detalle da muestra de su duro carácter: en un partido frente al Southampton recibió varias cargas del goleador rival Kevin Phillips. Ya acabado el partido, Lehmann le mandó un balonazo a la cara en el túnel de vestuarios. La Federación Inglesa le impuso una multa de 10.000 libras. El teutón se justificó de manera orgullosa: "No he visto en Inglaterra un portero que salga por alto como yo. Pero parece que los árbitros ingleses no están acostumbrados, y por eso no me protegen".

Jens Lehman.
Jens Lehman.

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