Constante presencia de hombres armados
La Autoridad Palestina y Al Fatah ya habían cedido mucho poder con la formación y participación en el Comité Nacional de Movimientos Islámicos, una mesa donde se sientan de igual a igual con Hamás, Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina y el Partido Socialista Democrático. El Comité había acordado y empezado a aplicar un plan de seguridad, uno de cuyos pasos era la erradicación de las armas en las calles. Se trataba de evitar la constante presencia de hombres armados especialmente en Gaza, permitiendo hacerlo a las fuerzas de seguridad y a los guardaespaldas de los líderes religiosos y políticos. "Todo eso ha saltado por los aires", asegura Ahmed, informático en paro. Y aunque Abu Maher Heles, jefe de Al Fatah en Gaza, diga que "el plan sigue adelante", lo cierto es que en las manifestaciones diarias son onmipresentes los uniformados encapuchados de Hamás exhibiendo fusiles de asalto y lanzagranadas. "Puede que siga existiendo un comité, pero aquí Hamás lo está controlando todo", apunta Adnan, un comerciante. El Comité también tenía un cometido político de estrategia contra Israel, pero desde el pasado lunes es Hamás el que manda.
La presencia de armas en la calle no sólo obedece a razones políticas, sino también a un creciente sentimiento de inseguridad. En la franja de Gaza operan hasta seis cuerpos de seguridad oficiales palestinos, todos ellos dependientes de la Autoridad presidida por Arafat. A pesar de ello, se han multiplicado los delitos violentos que llegaron al clímax con la detención de cuatro taxistas que formaban una banda acusada de asesinatos, violaciones y robos. "Lo estuvieron haciendo durante demasiado tiempo; es imposible que nadie supiera nada", destaca Jalel Yamini, un camarero. A ello hay que añadirle la violencia política. En enero fue asesinado Hassan al Kashef, amigo de Arafat y editor de una revista que denunciaba la corrupción de la Autoridad Palestina. También fue asesinado Halil al Zibin, consejero de Derechos Humanos de Arafat.
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