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Intelectuales palestinos apoyan un "golpe" a las milicias armadas

Riad Malki pide una "Intifada pacífica"

"Basta de operaciones asesinas, derramamientos de sangre y ocupación". Con este lema, un grupo de 70 intelectuales y políticos de Cisjordania y Gaza han puesto en marcha un golpe contra las milicias armadas, que dirigen desde hace tres años la Intifada, para recuperar así en nombre del pueblo palestino el control de una revuelta, que en su opinión tiene que realizarse con métodos pacíficos, sin pistolas y facilitar así la reanudación del dialogo con los israelíes.

Los responsables de este llamamiento trataban ayer de hacerse oír por encima de los gritos de los radicales, que desde hace una semana reclaman venganza como única respuesta al asesinato del jeque Ahmed Yassin, líder espiritual de Hamás, perpetrado el lunes.

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"El pueblo palestino tiene que dar un golpe de Estado contra los grupos armados, que secuestraron una Intifada que en principio era popular y pacífica; que le conduce por unos derroteros insostenibles y provoca un sufrimiento insoportable. No podemos aguantar más tanta violencia, tanto deterioro, el cierre, el muro, el descalabro económico, la falta de libertad de movimientos", asegura el profesor Riad Malki, de 49 años, diputado independiente en el Consejo Nacional Palestino, catedrático de Ingeniería Civil en las universidades palestinas de Bir Zeit y Al Qods, fundador y director de la organización Panorama, destinada a difundir la democracia y el desarrollo en los territorios, miembro del Consejo Árabe de la Ciudad de Jerusalén, componente de la mesa Nacional para el Diálogo Palestino y miembro de la plataforma Diálogo de Atenas, que trata de acercar los diputados israelíes y palestinos.

Malki no está solo, sus opiniones las comparte un grupo destacado de intelectuales, profesores, políticos e incluso dos ministros del Gobierno del presidente Yasir Arafat, entre los que destaca la profesora y ex ministra cristiana Hanan Ashrawi; el líder de los Acuerdos de Ginebra, Yasir Abed Rabo; el gobernador de Nablús, Mahmud el Alul, que perdió un hijo en la Intifada, o Sari Nuseibi, el rector de la Universidad de Al Qods, impulsor en los últimos años de diversas propuestas de diálogo con los israelíes.

En su mayoría son militantes o ex militantes del ex partido gubernamental Al Fatah, aunque no faltan tampoco independientes. Musulmanes y cristianos confundidos. El primer acto público de este grupo ha sido la publicación en un periódico oficial de Ramala, de una proclama pacifista.

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"Tenemos que dejar la vía armada. No podemos continuar enfrentándonos a un Ejército mucho más superior, que nos conduzca al desastre. Éste es nuestro mensaje que va destinado también y, sobre todo, al primer ministro Ariel Sharon. Queremos así demostrarle que no es verdad cuando dice que el pueblo palestino es terrorista. Tratamos así de destruir sus coartadas y argumentos, que le dan la excusa para atacar y asesinar continuamente al pueblo palestino", insiste Riad Malki, mientras desde el centro de Ramala llega el vocerío ensordecedor de un grupo de manifestantes, que corean con aplausos y vítores a los líderes radicales, que convocan la guerra santa para vengar el asesinato del jeque Yassin.

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