El derribo del principal acceso a Bilbao continúa sin fecha de ejecución
La sociedad Bilbao Ría 2000 debatirá el próximo día 31 el proyecto de derribo del viaducto de Sabino Arana, el acceso a la capital vizcaína más transitado. El Ayuntamiento y la Diputación se reunieron la pasada semana para tratar de agilizar la demolición, sin alcanzar ningún acuerdo.
Este acceso absorbe 72.000 vehículos diarios -uno de cada cinco que entran y salen a Bilbao- y será reemplazado por otra entrada junto a Basurto, que desde la autopista A-8 conectará con el acceso de Enekuri a través de un puente sobre la Ría en Olabeaga. Es una obra compleja, porque tendrá un tramo soterrado y debe salvar las vías de los ferrocarriles de Renfe y Feve.
La ejecución de esta alternativa, fundamental para absorber el tráfico de Sabino Arana, no tiene un plazo concreto de inicio de obras. La Diputación admite que desconoce cuándo acometerá el nuevo acceso en Olabeaga, lo que condiciona el derribo de Sabino Arana.Lo único que está claro es que la Diputación incumplirá su promesa de que el viaducto se derribaría para 2005. El compromiso fue tomado en 1999 por el entonces diputado de Obras, José Félix Basozabal, quien calculó que la demolición comenzaría en 2003. Su coste se estimaba entonces en unos 70 millones de euros.
Fuentes municipales sostuvieron que acometer el derribo sin contar con el nuevo vial de Olabeaga trasladaría los problemas de tráfico a otros accesos de la ciudad. El consistorio defiende además cambios en la idea barajada de este vial, como la reducción de la altura de las rotondas planteadas. La Diputación "no tiene nada que decir" sobre este asunto ni sobre la reunión celebrada entre ambas administraciones, según señaló a este periódico un portavoz foral.
La cita finalizó sin conclusiones claras y únicamente con la idea de estudiar las afecciones urbanísticas. El asunto se trasladará a la próxima reunión de la sociedad interinstitucional Bilbao Ría 2000 -encargada de la revitalización urbanística del área metropolitana-, prevista para el día 31.
Esta sociedad recibió, en octubre de 2002, el encargo de coordinar el derribo de Sabino Arana y el nuevo acceso de Olabeaga. El protocolo firmado entonces establecía que debería actuar de acuerdo con la Diputación de Vizcaya, "que participará directamente en la dirección y ejecución".
Entonces se estableció una estimación inicial de 36 millones de euros de coste para el nuevo vial. Pero año y medio después, pese a la complejidad del proyecto, los avances no llegan y ahora no hay fecha del derribo ni tampoco un boceto del vial que sustituirá a Sabino Arana.
La asociación de vecinos de esta zona, que en 1998 inició sus protestas con la colocación en sus ventanas de carteles con la inscripción "Autopista fuera", ha vuelto a mostrar sus quejas por la tardanza y ha acusado a las autoridades de engañarles sobre los plazos prometidos para la demolición.
