_
_
_
_
_

Ruy Sánchez explora el deseo femenino en 'Los nombres del aire'

La novela tiene su origen en un viaje que realizó a Marruecos

Aurora Intxausti

Construida como una partitura musical, Los nombres del aire (Alfaguara), de Alberto Ruy Sánchez (México, 1951), es una exploración en la sensibilidad de las mujeres y sus misterios. El autor lleva al lector a viajar a un espacio que envuelve, seduce, lleno de placeres minuciosos, y le invita a descubrir el deseo. La obra, escrita hace 20 años, tiene su origen en un viaje que el escritor realizó en 1976 a Marruecos, donde quedó impresionado por la cultura de ese pueblo y su cercanía con México. Los nombres del aire forma parte de una tetralogía que Ruy Sánchez está a punto de finalizar.

Los nombres del aire es un interrogante sobre la naturaleza del deseo de las mujeres y está "vinculada al propio descubrimiento de la limitación de los hombres para comprender el mundo femenino, y cómo necesitamos esforzarnos para entenderlo porque estamos educados para lo contrario. Llevar las voces de una mujer ha sido mi reto. Cada personaje femenino que he construido es la mezcla de diferentes mujeres que he conocido a lo largo de mi vida".

Alberto Ruy Fernández, que se encuentra en Madrid promocionando el libro, dice que reconoce sus limitaciones para comprender el mundo femenino y que por ello se dedica a contar historias, "relatos que me llegan, que me impregnan, que me envuelven y que me obligan a contarlos". El escritor, consciente del desconocimiento del mundo femenino, pensó que tenía mucho que aprender del mundo afectivo, amoroso y sexual de las mujeres y decidió observar. "De esas observaciones surgió la necesidad de escribir y comencé a explorar sobre el deseo, sus características, los comportamientos de las personas y su imaginación".

El autor recuerda el origen de su libro y para ello se remonta a un viaje que realizó en 1976 al Sáhara, y que le permitió conocer la ciudad portuaria marroquí de Essaouira, antigua Mogador. "Me quedé impresionado de esa cultura y comencé a ver los lazos tan estrechos que existían entre ese país y el mío. Vi el Sáhara y recordé retazos de mi infancia en México. Marruecos, según yo lo veo, es otra forma de México. Ambos tienen un pasado común que es la España andalusí, cuyos residuos siguen vigentes".

El escritor explica que la composición de esta novela tiene como metáfora la música. "Hay intensidades altas y secuencias sonoras. La estructura es como una partitura en la que se entremezclan distintos colores". El autor, ensayista prolífico, autor de una quincena de libros, periodista, editor, director desde 1988 de la revista Artes de México, afirma que el ubicar su novela en el mundo árabe es "mucho más que un exotismo o una fascinación por lo extraño, es más una manera de comprender qué somos y qué hemos sido. Y que en el fondo pertenecemos a una misma cultura".

El autor expone en Los nombres del aire las relaciones entre mujeres y las explora sin miedo, a través de un lenguaje sensual y poético. Su prosa, muy cerca de la poesía, es seductora y llena de intensidades. "Nunca sé en qué género enmarcar mis obras. Esta obra fue rechazada inicialmente en una editorial porque no se dedicaba a publicar textos poéticos, y en otra porque sólo se dedicaba a poesía y no entraba dentro de sus esquemas el tipo de novela que había escrito".

La novela trata de descifrar los lenguajes ocultos del deseo y se desarrolla en un hammam o baño turco, un escenario que, según el escritor, es " netamente femenino". "Un lugar al margen de las miradas masculinas, donde ellas dan rienda suelta a sus deseos, y un ámbito de iniciación al descubrimiento de sí mismo y del otro, es decir, del amor y los placeres del cuerpo", explica.

Esta primera novela, con la que comienza el ciclo narrativo,el autor la dedica al aire; la segunda, En los labios del agua, que ahonda en los deseos masculinos, está dedicada al agua. En la tercera, Los jardines secretos de Mogador, se lanza a la búsqueda de encuentros entre ambos deseos en fugaces paraísos, realiza continuas referencias a la magia del fuego, y en la cuarta, en la que trabaja actualmente, insistirá en la exploración del fuego, y versará sobre la posibilidad de nacer y renacer a través del deseo. "Será un compendio de todas las anteriores", apunta.

A pesar de los 20 años transcurridos, Los nombres del aire sigue vigente y la obra continúa publicándose en distintas lenguas. Alberto Ruy Sánchez emplea una media de cinco años en escribir cada una de sus novelas sobre las distintas formas de exploración del deseo.

Alberto Ruy Sánchez.
Alberto Ruy Sánchez.BERNARDO PÉREZ
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_