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Reportaje:

El polémico futuro de Iraqi Airways

Una ONG denuncia que los ocupantes ya han vendido el 75% del sector aéreo del país

Ángeles Espinosa

El panel que anuncia las llegadas se quedó parado con los vuelos de La Meca del año pasado. "Son los últimos que aterrizaron en el aeropuerto internacional Sadam", confirma un empleado de Iraqi Airways. Desde entonces, el aeródromo, como el país, ha vivido una guerra y se ha convertido en una base militar estadounidense. Los soldados preparan ya su traslado a otros campamentos. Sin embargo, la reapertura al tráfico civil del rebautizado aeropuerto internacional de Bagdad y el futuro de la línea aérea nacional siguen siendo objeto de polémica.

Sólo una cuarta parte de los 1.200 empleados de la Aviación Civil iraquí están siendo entrenados de momento en los nuevos métodos de trabajo
La APC niega haber pactado en secreto con la familia Khawwam al Abdul Abbas, que medios locales vinculan con el régimen de Sadam

Varios Boeing 727 y un jumbo de Iraqi Airways permanecen junto a las pasarelas de la terminal Nínive como si esperaran la llegada de pasajeros. Sin embargo, los aparatos carecen de motores. "Los quitamos en los tres primeros días de la guerra porque nos lo ordenó el ministro de Transporte", explica Nasir Nuri, jefe de ingenieros de la línea aérea. "Les hicimos llegar el mensaje de que destruiríamos todos los aparatos que estuvieran motorizados", admite un oficial estadounidense que conoce los entresijos de la operación. Washington temía que los responsables del régimen de Sadam pudieran escaparse en el último momento.

Desde entonces, Nuri, que aún recuerda el trabajo bajo los bombardeos, no ha vuelto al aeropuerto. Como el resto de los 2.300 empleados de Iraqi Airways, cobra una nómina simbólica sin acudir a su puesto, y se gana la vida haciendo chapuzas para empresas extranjeras. "A algunos nos ofrecieron trabajar para Royal Jordanian, pero yo me negué porque no iban a pagarnos", asegura Alí Shabán. "Es injusto", se queja este jefe de escala, "los jordanos están usando nuestros servicios de tierra a precio de saldo".

Tanto él como Nuri se muestran convencidos de que se trama la desaparición de Iraqi Airways a sus espaldas, una compañía que comenzó sus actividades en 1945 utilizando los biplanos Dragon Rapide, que en los años sesenta ya utilizaba los Tupolev Tu-124s en las rutas domésticas, que introdujo los Boeing 727-200s en las rutas regionales en los setenta y que debutó con los Boeing 747-200s en sus trayectos a Londres en 1976.

Y es que actualmente, los únicos vuelos civiles permitidos, bajo el rótulo de humanitarios, los realizan Royal Wings, una filial de Royal Jordanian, y una compañía chárter surafricana, AirServ. "Si realmente quieren ayudarnos, ¿por qué no han permitido que sea Iraqi Airways quien tenga el monopolio de esos vuelos?", preguntan los empleados de la línea aérea. El director comercial les contó que Kuwait Airways había ofrecido cinco aviones para suplir su falta de flota.

"El sector del transporte aéreo de Irak puede terminar en manos de oligarcas", denuncia el Instituto para una Sociedad Abierta (OSI, en sus siglas inglesas) en un informe difundido hace unas semanas. Este informe, Controlling Iraq's Skies, puede leerse en www.iraqrevenuewatch.org

Venta polémica

El Instituto para una Sociedad Abierta, una ONG financiada por la Fundación Soros, asegura que a pesar de las declaraciones de la autoridad de ocupación en el sentido de que va a devolver la industria aérea a los iraquíes, ya ha vendido un 75% del sector a una sola familia en un acuerdo secreto. El OSI afirma haber tenido acceso a una copia del contrato para formar una joint-venture llamada Al Iraqiyya entre el Ministerio de Transporte y la familia Khawwam al Abdul Abbas, a la que los medios locales vinculan con el régimen de Sadam.

La Autoridad Provisional de la Coalición (CPA) niega que se haya llevado a cabo. "Nunca se ha contemplado ninguna privatización significativa por parte de la Autoridad Provisional de la Coalición", asegura a este diario una portavoz. "Creemos que un nuevo Gobierno iraquí privatizará muchas de las empresas estatales y creemos que cuando lo hagan seguirán un proceso similar o el mismo que les hemos recomendado en nuestro plan de privatización", añade la fuente.

Mientras llega ese momento, las declaraciones de los funcionarios iraquíes y estadounidenses son contradictorias. El director general de Aviación Civil, Fajer Faraj Mohamed, afirmaba a mediados de febrero en Ammán que el aeropuerto de Bagdad se encontraba listo para recibir aviones de línea y que su organismo estaba a punto de firmar acuerdos con varias compañías. Sin embargo, en las instalaciones del aeródromo, sus gestores norteamericanos consideran que se necesitan algunos meses más.

Puesta a punto

"Bremer aún no ha dado su aprobación por motivos políticos, militares y de seguridad", explica el capitán Glade Oxborrow en referencia al administrador civil de Estados Unidos, Paul Bremer. "Aún faltan varios meses para que todo esté listo", asegura este experto norteamericano que trabaja en la puesta a punto de los nuevos sistemas de navegación y la preparación del personal iraquí. Oxborrow no comenta los planes sobre Iraqi Airways. "Eso depende del Ministerio de Transporte y la Autoridad Provisional; la Coalición cesa en su función el 30 de junio", afirma, "nosotros estamos sentando las bases para que ese departamento pueda continuar".

El mayor problema al que se enfrentan para ello son "los 13 años de sanciones". Por un lado, el capitán Oxborrow menciona el retraso técnico del personal local. "Han estado aislados del mundo y carecen de una buena comprensión de las capacidades disponibles", constata. Pero, además, el equipo multinacional con el que trabaja lucha contra formas de trabajo ancladas en el pasado. "El personal no estaba implicado en la toma de decisiones y todo era muy burocrático", lamenta.

Sólo una cuarta parte de los 1.200 empleados de Aviación Civil están siendo entrenados de momento en los nuevos métodos de trabajo. El resto teme que con los nuevos sistemas sus puestos estén en peligro. De momento, una empresa norteamericana, Skylink, ha recibido el contrato para ocuparse de la gestión del aeropuerto y su logotipo ocupa ya varias oficinas de las terminales aéreas.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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