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"El ojo usado en el logotipo del centenario lo pinté yo"

Robert Descharnes afirma tener una prueba demoledora de los escasos conocimientos que, a su juicio, tienen los estudiosos de la Fundación Dalí respecto a la obra del artista. "El ojo del logotipo del Año Dalí lo pinté yo", asegura con rotundidad. "El ojo cíclope es una imagen estereoscópica pintada en 1976 para un congreso de estereoscopia. Como toda imagen estereoscópica, consta de dos partes. Una la dibujó Dalí y la otra yo, a tinta pluma. Dalí me regaló su ojo y él se quedó con el mío". El ex colaborador de Dalí asegura que los responsables de la fundación recuperaron este dibujo de los archivos del centro y decidieron utilizarlo como logotipo del Año Dalí sin saber su verdadera autoría. Descharnes afirma tener el copyright y los derechos. "Todavía no sé si presentaremos una demanda. Está en manos de nuestros abogados", afirma, entre irónico y amenazante.

Descharnes anuncia también nuevas demandas contra la fundación relativas a la publicación de las obras completas: "La Fundación le ha dicho a la editorial Destino que '¡adelante!', pero nadie se ha preocupado de que hay algunas obras literarias realizadas en colaboración que tienen unos derechos, y de que Dalí firmó unos contratos con varias editoriales". La obra completa de Dalí le parece al experto daliniano un trabajo poco riguroso: "Debería ser una obra crítica, con artículos y comentarios, y lo que está saliendo no lo es".

Pero no todo son críticas al Año Dalí, una iniciativa que le parece adecuada. A su juicio, la exposición Dalí y la cultura de masas, que actualmente puede visitarse en CaixaForum de Barcelona y después se presentará en el Reina Sofía de Madrid y otras ciudades, le parece "magnífica, creativa, repleta de cosas bonitas. Un éxito indudable". Descharnes no comparte las críticas al hecho de que la mayor exposición del centenario tenga como escenario Venecia. "Esta exposición de Barcelona es mucho más importante que 100 grandes cuadros que puedan verse en Venecia".

La exposición presenta a Dalí como un artista mediático en el que tan importante era su actitud como su obra, y esto es algo que comparte por completo Descharnes. "Dalí tenía clara la idea de que él era la obra de arte", explica. "En este sentido, es un precursor de artistas posteriores. Él quería empezar la historia del arte, pero la verdad es que si veía alguna cosa de un joven creador que le gustaba enseguida intentaba captarla, raptarla y reutilizarla en su obra".

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