Sobre un consejo
El martes 10 fue publicado en EL PAÍS un artículo titulado Una revista municipal de Alcalá aconseja masturbarse antes de los exámenes, en el que se dice que se recomienda a los jóvenes masturbarse para despojarse de la ansiedad. Todo esto atenta contra la verdad, pues la verdad es analizar toda la realidad y no sacar una parte de contexto para realizar interpretaciones erróneas.
Yo no recomiendo a los jóvenes nada. Mi forma de trabajar es favorecer que sean más conscientes de su situación y sean capaces de expresarla, ayudarles a pensar más que pensar por ellos o ellas. No decirles lo que tienen que hacer ni darles soluciones, sino facilitar que encuentren las suyas propias. Si me preguntan mi opinión sobre la masturbación, les digo que es buena o mala, adecuada o inadecuada, en dependencia de los valores y la coherencia de quien la practica (si siente o no que lo que hace es realmente lo que se desea hacer). Se puede ser feliz practicándola o no.
La masturbación no es perjudicial, pero tampoco obligatoria. Habrá quien le dará gran placer y quien le relajará. Cada uno la vivirá a su manera. En sexualidad, de lo que se trata es de que cada cual encuentre las formas de vivirse satisfactoriamente como persona sexuada y que estas formas sean el resultado de coherencias personales y no de imposiciones.
Esta polémica demuestra, además de lo fácil que es distorsionar la información, que la educación sexual siempre es necesaria: obedece a una necesidad de estructurar y potenciar el crecimiento sexual más que prevenir "los males que trae consigo la vida sexual". La educación sexual no tiene sentido sólo por el hecho de que exista la necesidad de reducir embarazos en adolescentes, sida, enfermedades de transmisión sexual. Niños, jóvenes, adultos y ancianos necesitamos aprender a vivirnos como personas sexuadas. Lo importante en educación sexual no es que todos piensen y tengan las mismas posiciones, sino estimular actitudes de tolerancia y respeto por la diferencia.
La sección Diálogos de adolescentes es una sección del boletín del CIDAJ de Alcalá de Henares que se encarga de escribir mensualmente el proyecto de participación comunitaria de adolescentes y jóvenes Aprendiendo entre todos a relacionarnos de forma saludable, del centro de salud Manuel Merino desde hace dos años. El proyecto fue ganador del primer premio en los VII Premios de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria para Proyectos de Actividades Comunitarias en Atención Primaria 2002. Ésa ha sido la segunda vez que profesionales del centro de salud Manuel Merino, de Alcalá de Henares, coordinados por mí, obtienen este premio, el más prestigioso galardón nacional en el ámbito de la promoción de la salud y la participación comunitaria.
