Bernardo de Holanda se sincera
El príncipe Bernardo de Holanda, padre de la reina Beatriz, está harto. A sus 92 años y todavía muy activo en la defensa de la naturaleza, ha decidido desahogarse y aclarar los infundios sobre su vida privada que, según él, llevan años publicándose en su tierra de adopción. Nacido en Alemania, Bernardo van Lippe-Biesterfeld desmiente en una carta abierta publicada el pasado sábado por el rotativo De Volkskrant la existencia de dos hijos ilegítimos que vivirían en Londres. El esposo de la ex reina Juliana, madre de la soberana actual, habría tenido dichos vástagos con lady Ann Orr Lewis. La dama era una buena amiga suya, pero nada más. Sobre otra supuesta hija extramarital nacida en Francia es algo más ambiguo. Sólo señala que no se encuentra en disposición de hablar de ello. Sí deja claro el patriarca consorte de la casa de Orange que su madre jamás tuvo nada que ver con los nazis. Niega además el príncipe ser el hijo biológico del coronel Pantchoulidzew, militar que mantuvo una estrecha relación amistosa con su madre. Después de calificar de patrañas estas historias, el padre de la reina Beatriz asegura sentirse afortunado por su larga vida y extensa familia, de la que disfruta mucho. Publicada con el beneplácito del primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, la misiva responde al deseo de Bernardo de Holanda de defender su intimidad en público. Algo que lamenta no poder hacer ante los tribunales por pertenecer a la familia real.
