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Un millar de personas dan el último adiós al socialista Reventós en un funeral laico

El funeral por el histórico dirigente socialista Joan Reventós, que falleció el martes a los 76 años de edad, reunió ayer en Barcelona a toda la clase política catalana y a destacadas personalidades de la cultura y del mundo asociativo, en un acto al que asistieron más de un millar de personas. Fue un funeral laico, sin misa, en el que estuvieron presentes el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y todos los consejeros del Gobierno tripartito. También asistieron los ministros Federico Trillo y Julia García Valdecasas, el ex presidente Jordi Pujol y el actual presidente del Parlamento autónomo, Ernest Benach, además de familiares y amigos de Reventós.

En el funeral por su memoria tomaron la palabra Maragall y el ex líder del PSC Raimon Obiols, además del amigo, historiador y monje de Montserrat Hilari Raguer y el hijo pequeño del fallecido, Joan Reventós i Rovira. Maragall destacó que "Cataluña quiere ser como Reventós la quería, no sólo un sujeto fuerte", sino también un país "entendido y respetado, que irá imponiendo su verdad, cordial o ásperamente, razonablemente en todo caso". Para el ex primer secretario del PSC Raimon Obiols, Reventós tuvo "una larga trayectoria de combate por los trabajadores, por el socialismo, las libertades de Cataluña y la democracia", y cuando era joven hizo una doble apuesta a favor de la izquierda y la lucha contra la dictadura y también por "los de abajo, los más débiles". Obiols señaló, asimismo, que "si consideramos que la victoria política no es el ascenso personal y la conquista del poder, sino el éxito en los objetivos colectivos, la trayectoria de Joan Reventós ha sido, no la de un perdedor, sino la de un gran ganador".

El monje Hilari Raguer subrayó: "Joan decía que era agnóstico, pero me parece que tenía más fe que yo". Tras la ceremonia en el Tanatorio barcelonés, la familia y sus amigos más íntimos se trasladaron al cementerio de Montjuïc, donde Reventós recibió sepultura en un acto íntimo.

El consejero Antoni Castells y Jordi Pujol se saludan tras el funeral.
El consejero Antoni Castells y Jordi Pujol se saludan tras el funeral.TEJEDERAS
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