Duro busca 'cuellos blancos'
El grupo de bienes de equipo quiere potenciar el área de ingeniería
El grupo de bienes de equipo Duro Felguera, que incurrió en pérdidas el año pasado, da por segura la vuelta a beneficios en 2004 y anuncia una gradual transformación para potenciar el área técnica y de ingeniería y reducir el peso en su estructura de plantilla del personal de talleres. Duro considera que su actual dependencia del área de fabricación es única en la UE.
El personal de talleres, que supone cerca del 80% de la plantilla, genera sólo el 25% del negocio y el 75% recae sobre el área técnica
La empresa considera que perderá siete millones de euros en 2003, un año que considera un "bache", y prevé volver a beneficios en 2004
Duro Felguera, el mayor fabricante español de bienes de equipo, cerrará con pérdidas el ejercicio que acaba de concluir. Es la primera vez que la más que centenaria compañía asturiana arrojará números rojos desde el crítico trienio 1992-1994, en el que todo parecía habérsele vuelto en contra. Pero la situación actual no es comparable, a juicio de los responsables del grupo, que atribuyen los malos resultados de 2003 a circunstancias muy específicas y pasajeras. El mercado también parece haberlo entendido así. La Bolsa no ha castigado a sus acciones, que, en línea con el sector, han seguido comportándose casi como un valor refugio. Duro considera que 2003 ha sido un bache, prevé volver a beneficios en 2004 y anuncia una estrategia de potenciación de su área técnica y de ingeniería, para primar el área de proyectos y de mayor valor añadido sobre el estricto negocio de fabricación.
En los nueve primeros meses del año -últimos datos oficiales facilitados al mercado-, Duro Felguera había registrado unas pérdidas de 7,94 millones de euros, frente al beneficio de 4,93 millones que obtuvo durante el mismo periodo del ejercicio anterior. Los resultados del último trimestre, pendientes de cerrar, no serán capaces de compensar ese desequilibrio. La empresa estima que las pérdidas definitivas de 2003 se situarán en unos siete millones de euros.
Caída del dólar
Los malos resultados se atribuyen a la caída de la cotización del dólar porque muchos proyectos contratados por la compañía habían sido negociados en la divisa estadounidense; a las dificultades en que se han desenvuelto algunos proyectos en México y a la cancelación de la venta de unos terrenos en Langreo (Asturias), lo que ha obligado a hacer una retrocesión de plusvalías contabilizadas.
Esta última operación, que había sido cuantificada en seis millones de euros, no se da por perdida y las negociaciones continúan con varios posibles compradores, en la confianza de lograr a corto plazo unos beneficios superiores a los previstos inicialmente por la enajenación de esos terrenos.
Pero el esfuerzo del grupo directivo -que posee el 6,26% de la compañía, lo que le convierte en el quinto grupo accionarial- se volcará sobre todo en redefinir el negocio típico, que también se ha resentido en el último ejercicio. Hasta septiembre, la facturación había caído el 14,26% y también se redujo el volumen de producción.
El planteamento estratégico de Duro Felguera pretende profundizar aún más en la transformación que se ha venido acometiendo en los últimos años, en los que la compañía ha pretendido ser cada vez menos un mero fabricante para erigirse cada vez más en gestor de proyectos llave en mano. Esta opción, emprendida en los últimos años por el anterior presidente, Ramón Colao, será aún más acusada en el inmediato futuro. El nuevo presidente de la compañía, Juan Carlos Torres Inclán, ha indicado que los talleres, que son deficitarios (pierden 3,5 millones de euros al año), y su mano de obra (600 empleados, con una edad media de 50 años) mantienen una excesiva proporción en la estructura de plantilla y que se va a reducir fortaleciendo el área de ingeniería.
En la actualidad, el personal de talleres, que supone cerca del 80% de la plantilla, genera sólo el 25% del negocio del grupo, mientras que el 75% de la facturación recae sobre el equipo técnico, que representa menos del 25% del personal, según datos de la sociedad. El objetivo es invertir esa estructura, "despacio y sin traumas", de manera que en Duro, al cabo de pocos años, sea una empresa predominantemente de "cuello blanco más que de cuello azul", en expresión de un directivo de la compañía.
La competencia de los países emergentes y de los próximos socios de la Unión Europea, con costes salariales más bajos, ha conllevado una creciente deslocalización de los talleres tradicionales. Duro considera que su actual dependencia del área de fabricación es un caso único en la UE. "No hay nadie como nosotros con tanto peso de los talleres", explica un dirigente de la sociedad. "Estamos orientados a los proyectos llave en mano, en los que somos líderes", agrega. Para reforzar esa ventaja competitiva el grupo acaba de crear en Asturias un centro de formación de directores de proyectos, del que pretende nutrirse a razón de 25 ingenieros cada año.
Vuelta a los beneficios
Pese a que las pérdidas de los talleres van a continuar durante algún ejercicio más, Duro está seguro de que en 2004 mejorarán tantos sus resultados típicos como los atípicos y que el año se saldará con vuelta a beneficios. En diciembre, la compañía asturiana constituyó con la multinacional japonesa Mitsubishi Heavy Industries una empresa mixta para fabricar máquinas tuneladoras, un negocio en el que Duro ya tiene experiencia, y cuya potenciación va a suponer una carga de trabajo adicional que permitirá reducir los números rojos de los talleres.
La otra apuesta novedosa es la participación en la modernización de la estructura ferroviaria convencional española y en el plan de expansión de la red de alta velocidad. A tal fin, Duro y la empresa inglesa Balfour Beauty Rail han creado la empresa mixta Felguera Rail, que, asociada con dos sociedades de capital riesgo participadas por Hunosa (Sadim) y por la compañía minera estatal y el Principado de Asturias (Sodeco), erigirá en Mieres una factoría para la producción de equipamientos ferroviarios.
Con ello, el grupo asturiano de bienes de equipo diversificará sus áreas de actividad, hoy muy dependiente del sector energético, del que obtiene más del 60% de sus ingresos.
Pérdida de exportación
La pérdida de peso de la exportación en el volumen de contratación del grupo (el mercado internacional ha pasado de representar el 70% del negocio a sólo el 30%) no se ve con inquietud en la dirección de Duro, sino más bien con alivio. La debilidad del dólar aconseja prudencia y, en todo caso, afirman dirigentes del conglomerado asturiano, se reduce el riesgo de cambio y el riesgo-país. "El mercado nacional es un negocio más seguro", aseveran los directivos.
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