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El Alberti plural, poeta y pintor, centra el congreso del centenario sobre el artista

Claudio Guillén inauguró ayer un encuentro que reúne a 80 expertos en su vida y obra

Jesús Ruiz Mantilla

"El poeta y el pintor se funden en el artista", decía ayer Claudio Guillén en la conferencia inaugural del congreso Rafael Alberti y su tiempo. El miembro de la Real Academia Española, hijo de Jorge Guillén, compañero en la generación del 27 de Alberti, reivindicó al creador total frente a su tiempo, al defensor como pocos del lenguaje y las palabras como arma suprema, para abrir una reunión que debatirá la figura del poeta durante toda esta semana en Madrid y que cuenta con la participación de 80 expertos que discutirán sobre el artista en la Universidad Complutense.

Es el colofón para el año del centenario del poeta. Pero, a juzgar por la frialdad de la sesión inaugural de ayer, queda esperar que la obra explosiva del andaluz viajero, comprometido y guerrero, encienda la mecha de un congreso internacional que durará toda la semana. Apenas 70 personas, pocas para una reunión que se pretende tan ambiciosa, escucharon ayer la conferencia inaugural de Guillén, Rafael Alberti ante la literatura, en el salón de actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, lugar en el que Alberti (El Puerto de Santa María, Cádiz 1902- 1999) fue proclamado miembro de honor en 1988.

Por la tarde se trasladó la actividad a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, donde prosigue hoy con una conferencia de Santos Juliá por la mañana, Rafael Alberti, un intelectual en la

política, y dos mesas redondas por la mañana y por la tarde tituladas El poeta en la calle. Y es que este congreso, organizado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), que preside Luis Miguel Enciso, pretende, según él, "abordar al creador global, plural y comprometido".

Lo decía en unas palabras breves que pronunció antes de la conferencia de Guillén, acompañado en la mesa por Luis Alberto de Cuenca, secretario de Estado de Cultura, que también habló. En uno de los bancos que se suelen reservar a los invitados especiales se sentaba la viuda del poeta, María Asunción Mateo, que se sentó sola frente a los dos.

No acudió ayer a la inauguración Pere Gimferrer, director del congreso, que excusó su ausencia por encontrarse al lado de su mujer, enferma. Le sustituyó en sus funciones Gonzalo Santonja, coordinador del encuentro, que comentó varios aspectos de este acontecimiento en una rueda de prensa anterior a la inauguración de las sesiones, en la que también estaban De Cuenca, Enciso, el escritor Juan Manuel de Prada y Antonio Bonet Correa, director del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. "Debemos reivindicar una figura a veces simplificada cuando en realidad era un volcán creativo que desbordaba todos los géneros", dijo Santonja.

¿Y cuáles han sido las simplificaciones? Parecía que, por lo que se escuchaba ayer por entre los habitáculos anchos, altísimos y bien asentados en piedra de la Real Academia de San Fernando, eran los que tenían algo que ver con el compromiso activo. Enciso, en la rueda de prensa, habló de pasada de su faceta política: "Fue comunista", dijo. Guillén aseguró que el "testimonio político colinda con su biografía"; De Cuenca, ni mención, y Santonja prefirió destacar su gran formación "autodidacta y clásica".

Pintor, poeta, prosista de testimonio constante con su Arboleda

perdida, dramaturgo de aventuras vanguardistas y variopintas -el próximo 28 de noviembre se estrenará en Madrid su obra Noche de guerra en el Museo del Prado, dirigida por Ricard Salvat-, gran amante del cine, una faceta que desgranarán Juan Manuel de Prada, que también está en el consejo asesor del congreso, y Romà Gubern...

Un artista muy completo, en fin. Aunque por su activismo se pasó de puntillas ayer. Será hoy el día en que se explore a fondo su compromiso. Además de Santos Juliá, lo tratarán Joaquín Marco, Juan Cano Ballesta y José Luis Puerto. La política le marcó y él marcó a la política como figura de acción. Lo mismo que le marcó el exilio, tanto el suramericano, que se centró en su paso por Argentina, como el europeo, cuando se trasladó a Italia siempre junto a su primera mujer, María Teresa León y a su hija, Aitana, que ayer no estaba en la inauguración del encuentro.

Guillén y Santonja abordaron ampliamente su literatura y sus fuentes de inspiración durante su camino errante de transterrado. "Cuando llegó a Argentina llevaba una colección de clásicos grecolatinos que había comprado en París en 1939, y esa colección siempre viajó con él, después a Italia y finalmente a España", contaba Santonja. "Fue un autor autodidacta, sí, pero de formación asombrosa", añadía.

Pero no son sólo los poetas de Grecia y Roma los que nutren el cuerpo poético de Alberti. "Son Lope, Quevedo, Góngora", coincidían muchos ayer. Era capaz de aunar lo gongorino, "en obras como Cal y

canto", decía Guillén, con la violencia quevedesca de sus Versos a Franco. Pero también mezclaba múltiples registros para alcanzar su poesía popular, lo mismo que se sumergía en las vanguardias y en el intimismo llevado a la genialidad en Sobre los ángeles.

Fue poeta perfeccionista, obsesionado por las estructuras de sus libros, "otra influencia de los clásicos", defendía ayer Guillén, y a quien muchas veces acompañaba una cualidad que está reservada a unos cuantos elegidos, el virtuosismo: "Aunque mi padre decía que es siempre un piropo que lleva implícita una zancadilla", aseguraba el encargado de abrir el congreso. Pero, en el caso de Alberti, no. Quizá también porque no rehuyó la aventura en su lucha constante con las palabras: "La suya fue una escritura de alto riesgo en la que sus lectores encontraban siempre la tensión del desafío", aseguró.

Los poetas Federico García Lorca y Rafael Alberti.
Los poetas Federico García Lorca y Rafael Alberti.

Ausencias y presencias

Como siempre que se trata una figura tan emblemática, excesiva, simbólica como la de Rafael Alberti, hay ausencias que se echan de menos y presencias que se sienten de más. Luis Miguel Enciso, director de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, explicaba ayer en la rueda de prensa anterior a la inauguración de este congreso internacional que pretendían recuperar la figura más cercana del poeta, con sus amigos y las personas más próximas. Están algunos, pero faltan otros que son importantes. Enciso lo explicaba: "Este congreso no es la única voz sobre Alberti, menos sobre alguien que tiene múltiples variaciones. Pero quienes han tenido algo que decir sobre él lo han hecho a lo largo del centenario. Ha habido actos en los que personas cercanas al círculo de su hija Aitana han tenido una presencia activa. Para este congreso, la Fundación Alberti y su viuda, María Asunción Mateos, han participado en la organización". Parece que persiste la lucha sobre el legado moral del poeta entre sectores que hoy son irreconciliables.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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