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El FBI investiga a quienes participan en manifestaciones contra la guerra en Irak

La Unión de Libertades Civiles condena las amenazas al "derecho a protestar y disentir"

Un informe confidencial del FBI desvelado ayer por The New York Times sienta las bases de una práctica que ha alarmado a los defensores de las libertades civiles en Estados Unidos: las fuerzas de seguridad investigan las actividades de los individuos y los grupos que participan en las manifestaciones críticas a la política de Bush. El documento pide a las policías locales el seguimiento de individuos con la excusa de evitar "posibles brotes de violencia extremista".

El argumento está basado en los mismos principios políticos establecidos por el fiscal general de EE UU, John Ashcroft, en su estrategia de prevención de atentados. Las modificaciones legales que Ashcroft ha ido introduciendo desde el 11-S permiten, por ejemplo, la infiltración de agentes del FBI en las mezquitas o en las organizaciones con alta participación de ciudadanos de origen árabe.

Lo que ahora desvela el diario The New York Times eleva un grado más el nivel de actividades policiales amparadas por esa política. El FBI recopila información sobre las tácticas, el entrenamiento y la organización de los grupos que promueven concentraciones en contra de la guerra en Irak o de la política del presidente George W. Bush. Aunque esas instituciones son en su mayoría grupos pacifistas de largo historial en Estados Unidos, el FBI ha enviado circulares a las delegaciones locales de la policía para que amasen toda la información posible sobre las organizaciones y los individuos que convocan los actos o participan en ellos.

El documento alerta a las policías locales sobre supuestos campos de entrenamiento de manifestantes en los que se ensayan las protestas. Esa terminología, curiosamente parecida a la que Bush emplea en sus discursos sobre el terrorismo, parece diseñada para criminalizar a quienes critican al Gobierno actual. Las reuniones de ciudadanos pacifistas son "campos de entrenamiento" en los que puede haber "anarquistas y elementos extremistas" dedicados a planificar supuestos "actos violentos".

Grupos pacifistas

El informe del FBI contiene detalles sobre prácticas perfectamente legales como las campañas de captación de seguidores de movimientos pacifistas o la financiación de sus actividades a través de contribuciones en Internet. También se menciona cómo supuestamente algunos manifestantes graban en vídeo las detenciones de la policía como "táctica intimidatoria". El documento se distribuyó el 15 de octubre, días antes de que se celebrasen concentraciones contra la guerra en Washington y San Francisco.

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Un portavoz del FBI asegura en el diario neoyorquino que la agencia de investigación "no está preocupada por los individuos que ejercen sus derechos constitucionales, sino por los que son capaces de cometer actos violentos" en las manifestaciones.

Según un portavoz de la Unión de Libertades Civiles de EE UU, Anthony Romero, el FBI "está investigando peligrosamente a estadounidenses que no hacen más que ejercer su derecho legal a protestar y disentir".

En los últimos meses, muchas organizaciones pacifistas que convocan concentraciones en las ciudades en las que Bush participa en actos públicos acusan al servicio secreto de la Casa Blanca y a la policía local de relegar sus protestas a varios kilómetros de distancia de donde el presidente pronuncia el discurso.

Manifestantes contra la guerra, el pasado enero, ante el Capitolio en Washington.
Manifestantes contra la guerra, el pasado enero, ante el Capitolio en Washington.ASSOCIATED PRESS

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