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Un congreso difunde el talante dialogante de López de Legazpi

Maribel Marín Yarza

"No sólo es una pena, permítanme que lo diga, es una vergüenza" que "no se conozca a don Miguel López de Legazpi como se merece". Lo dijo ayer el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ramón Gil-Casares, ante el alcalde de Zumarraga, Antton Arbulu, en la casa natal del explorador en esta localidad. Allí se celebró el acto inaugural de España y el Pacífico. Legazpi, un congreso que reunirá hasta el viernes en San Sebastián a medio centenar de historiadores, decididos a ensalzar -en el V centenario de su nacimiento- la figura de un hombre que conquistó Filipinas desde "el diálogo" y "el respeto".

Miguel López de Legazpi (Zumarraga 1503-Manila, 1572), que fue alcalde de México, aceptó el encargo de Felipe II de conquistar el archipiélago de Filipinas. La expedición fue un éxito, y las islas, que se convirtieron tras la fundación de Manila, en 1571, en eje clave del comercio entre Oriente y Occidente, pasaron a la Corona española "sin apenas derramamiento de sangre", como destacó Gil-Casares. Frente a la fuerza fruta, optó por "el diálogo y el entendimiento" con los indígenas, en una gesta que supuso una colonización cultural y religiosa.

Son precisamente estos valores los que quieren resaltarse con este congreso y con el resto de actividades del Año Legazpi. Muchas ya se han celebrado, pero aún quedan otras propuestas. El viernes se inaugurará en el Museo San Telmo donostiarra la muestra Filipinas Puerta de Oriente, que en febrero se trasladará a Manila.Y Borja Cardelús, realizador de La España salvaje, rueda un documental sobre Legazpi.

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