Luis Suárez repasa los 4.000 años de judaísmo y subraya su capacidad para resistir la persecución
El académico de la Historia Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924) ha estudiado durante muchos años y con la pasión que la ciencia no niega la convulsa y muchas veces terrorífica historia del "pueblo elegido", sin duda el más perseguido de la humanidad. Su nuevo libro, Los judíos (Ariel), es un erudito y comprometido repaso a los 4.000 años de periplo muchas veces infernal que se inició con el versículo del Deuterenomio sobre el arameo errante y desemboca en la creación del Estado de Israel y la inacabable guerra palestina. La tesis, explicó ayer Suárez, es que los judíos han sobrevivido con una constancia digna de un verdadero milagro a un exterminio anunciado, programado de forma casi irremisible por la historia cristiana. A pesar de vivir en permanente diáspora, de verse privado de su tierra y sus estructuras políticas, de ser crucificado, perseguido y delatado sin descanso, el pueblo judío ha logrado pervivir desafiando "las coordenadas del tiempo y el espacio, ha vuelto a la tierra y ya no necesita formular el viejo anhelo de "el año que viene en Jerusalén".
Suárez traza la historia de Israel como una unidad, como "un crecimiento espiritual e intelectual de grandes dimensiones" que le permite superar cualquier imponderable. Pero el autor señala que es necesario levantar de una vez la "cortina de recelos, desconfianza y odio que ha separado desde siempre a los cristianos y los judíos".
Es necesario "acabar con las falacias de la tolerancia y exigir que la animadversión se convierta en aprecio", dice Suárez, que espera que los lectores de su libro dijeran "qué importante es el judaísmo y cuánto nos hemos perdido": para Suárez, el gran problema surge del "error garrafal" que obligaba a los judíos a renegar de su religión para poder ser cristianos: "En cambio, el judaísmo nunca trató de conquistar ni de hacer proselitismo; es verdad que en gran parte porque se les prohibió desde el principio".
"La religión judía acabó haciéndose cultura, y por eso tanta gente sufre hoy en Israel por el modo en que se lucha la guerra contra los palestinos", añade Suárez, que dedica gran importancia a la expulsión de España de los sefardíes. "Fue el ser o no ser para ellos, el remate a la maldición que les persigue".