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Tribuna:LA CREATIVIDAD DEL MESTIZAJE
Tribuna
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Una corriente de mutuas influencias

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La exposición 'Iberoamérica mestiza' celebra la fusión de pueblos y culturas

La profunda influencia recíproca se evidencia en múltiples aspectos. El mestizaje racial fue muy intenso desde el primer momento, facilitado por la ausencia de prejuicios y por la escasez de mujeres entre los conquistadores y primeros pobladores. Mario Vargas Llosa narra en otro soberbio trabajo incorporado al catálogo la vida del inca Garcilaso de la Vega, tenido como el primer mestizo que reivindica con orgullo su condición de indio y español. Hijo de un conquistador español y de una princesa inca, nacido en Cuzco en 1539 con el nombre de Gómez Suárez de Figueroa, se afinca en Montilla primero y en Córdoba más tarde, donde escribe sus obras en castellano, y con ello contribuye de manera fundamental a la universalidad del español y a su formidable proyección presente. El mestizaje en California, al que con la denominación de "californicación" hacía referencia admirativa Timothy Garton-Ash en un reciente artículo que titulaba El crisol de Dios, no es sino continuación del mestizaje racial que, durante siglos, se ha producido en Iberoamérica.

El mestizaje artístico se pone de manifiesto en las mutuas influencias entre las distintas formas de expresión artística de los españoles y portugueses y las propias de los pueblos amerindios, que se aprecian en la escuela de pintura cuzqueña, en la platería, en la cerámica y en el enriquecimiento de la arquitectura colonial con elementos ornamentales propios de la tradición maya o azteca.

Los intercambios de flora y fauna cambiaron sustancialmente las formas de vida de los habitantes europeos y americanos. Las patatas, que salvaron del hambre a Europa y siglos después propiciaron, en periodos de malas cosechas, éxodos masivos a América. Pero no sólo patatas, también tomates, cacao, cacahuetes o aguacates vinieron de América después de 1492. Y de Europa a América viajaron el arroz, el azúcar y el trigo que hoy son esenciales en la dieta y producción agrícola americana, como lo son también la ganadería equina, vacuna, porcina y lanar desconocidas en América antes del descubrimiento.

El mestizaje se produjo también en el terreno científico. En México se descubrieron el vanadio y el tungsteno, así como el "beneficio de patio" de la plata, que pasó después a Almadén en España.

El mestizaje y la penetración cultural se intensificó con la apertura en América de diversos centros de enseñanza, escuelas de minas, de medicina, de ingeniería y sobre todo tras la creación de las grandes universidades, muy anteriores a las norteamericanas.

Pero si el mestizaje se ha producido de manera particularmente intensa es porque España aportó a América el bagaje de la civilización europea, la filosofía griega, el derecho romano, el cristianismo, la preocupación por los derechos humanos. Toda esa serie de elementos que determinan la incorporación a lo que hoy llamamos Occidente, el mundo de las sociedades abiertas donde se comparten una serie de valores básicos: democracia, libertad, respeto a los derechos humanos, economía de mercado, propiedad, etcétera. Hoy Iberoamérica forma parte inescindible de Occidente. España ensanchó el ámbito de Occidente e hizo de América la utopía y el futuro de Europa, de una Europa que no puede entenderse sin la dimensión atlántica.

El mestizaje en Iberoamérica es amplio y profundo además por una razón fundamental de tipo jurídico-político. Frente a otros procesos de conquista, las posesiones americanas se incorporan a la corona en pie de igualdad con los territorios peninsulares o europeos. América no fue una colonia de España. A diferencia de los territorios conquistados por ingleses u holandeses, que establecieron un régimen distinto en las colonias que en la metrópoli, los españoles de América fueron súbditos del Rey de España en igualdad de derechos y deberes con los europeos. Las Cortes de Cádiz lo sancionan cuando, tres siglos más tarde, el artículo primero de la Constitución de 1812 establece: "La nación española está formada por los españoles de ambos hemisferios". Esta declaración es una de las consecuencias de que los españoles fueran pioneros en la preocupación por los derechos humanos de los pueblos conquistados. Desde el primer momento, los monarcas españoles consideraron una obligación de conciencia impedir o limitar los abusos contra los indios, y destacados juristas y teólogos como Bartolomé de las Casas, Francisco de Vitoria y Domingo de Soto elaboraron un conjunto de normas en defensa de los indígenas, que son una formulación precedente de las posteriores declaraciones de derechos humanos. Como señalara en su discurso de inauguración en Santillana del Mar el antropólogo mexicano Miguel León Portilla, director del proyecto científico de la exposición, las Leyes de Indias constituyen el primer caso en la historia en que los conquistadores autolimitan su poder mediante el Derecho.

El mestizaje produce la aparición de una nueva comunidad que funde lo antiguo y lo nuevo, y permite al historiador mexicano Raúl Miralles hablar de Hernán Cortes como fundador del México moderno. El mestizaje da lugar a una auténtica comunidad iberoamericana que pervive más allá de los lazos de dependencia política, y por ello, a pesar de la ruptura y el trauma que representa para España la independencia de los diversos países americanos a lo largo del siglo XIX, el inicio del siglo XX conoce las más altas cotas de emigración española a América. Huyendo del hambre y de la guerra de África, en busca de un futuro mejor para sus hijos, los jóvenes españoles encontraron en Argentina, México y Cuba lo que no podían hallar en España. Camino inverso del que hoy realizan masivamente los argentinos, ecuatorianos, colombianos, peruanos, etcétera, a quienes debe ofrecerse una buena acogida personal y un generoso marco legal e institucional tanto por razones de justicia histórica y de interés, como por respeto a esa realidad que es la comunidad iberoamericana de la que, sin duda, formamos parte y que hace del Atlántico -como señalara John Elliott- un mar que nos une.

Antonio Tornel es registrador de la propiedad, miembro de FAES y de la Fundación Silos.

Guerrero ibérico. Necrópolis de Los Villares, siglo V antes de Cristo.
Guerrero ibérico. Necrópolis de Los Villares, siglo V antes de Cristo.
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