Reunión de tocayas
430 mujeres llamadas Pilar baten el récord Guinness en un encuentro de personas con el mismo nombre
Reunión multitudinaria de tocayas. 430 mujeres llamadas María del Pilar consiguieron batir ayer en el distrito de Fuencarral el récord Guinness de la mayor reunión de personas con el mismo nombre. La iniciativa, organizada por el periódico de barrio Vaguada.net, reunió en el parque de la Vaguada a miles de personas entre las Pilares, sus acompañantes y cientos de curiosos.
El festejo coincidió con el comienzo de las fiestas del popular barrio del Pilar, que se prolongarán hasta el próximo día 12 y cuya feria ha tomado literalmente un carril de la avenida de la Ilustración.
Las mujeres, para corroborar que se llamaban María del Pilar y tenían nacionalidad española debían presentar original y fotocopia del libro de familia y del DNI o de la partida de nacimiento.
Cada participante en el evento recibió un número de inscripción y un pañuelo rojo para atarse al cuello. Las Pilis formaron una larga cola que dio la vuelta completa al parque y que cansó a más de una. Cada uno mató el tiempo de espera como pudo: leyendo el periódico, bailando la música que se escuchaba por megafonía o saludando a otras Pilis. "¡Tranquilas. Os pedimos a todas un poco de paciencia!", rogaron desde la organización.
Al mediodía, se batió el rércord. Los responsables del evento pidieron entonces a las 200 primeras mujeres que subiesen al escenario a hacerse una foto para figurar en el Guinness, lo que provocó la protesta de un grupo de participantes que se había quedado fuera de la estampa. Al final, otro grupo de mujeres subió también a retratarse al escenario y los ánimos se calmaron.
La consecución del récord Guinness fue celebrado por las participantes con gritos de "¡Australia, escucha, las Pilis somos muchas!", en referencia a que el anterior récord en esta categoría fue logrado en septiembre de 2001 en Australia, donde se reunieron 122 mujeres llamadas Shirley.
Victoria Cuenca, una estudiante del taller de cine de Bigas Luna de Zaragoza, aprovechó el evento para grabar un trabajo para clase que tenía que basarse en la celebración de la Virgen del Pilar.
Otros acudieron a la cita sólo para tomar parte del inmenso cocido que preparó la organización después de terminar con las inscripciones. Al final hubo premios para la Pili más mayor, para la más joven y para la que acreditase que acudía desde el lugar de España más lejano al barrio del Pilar.
La fiesta de tocayas contó también con unos bailes regionales aragoneses y el espectáculo (descafeinado) ofrecido por un grupo de strippers masculinos y anunciado por megafonía como "un regalo caliente" para las Maripilis.
