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Dos paleontólogos hallan cuatro dientes de rinoceronte de la era cuaternaria en una urbanización de Alcoi

Los terrenos que ahora ocupa la urbanización de El Baradello de Alcoi, fueron en la era cuaternaria lugar de paso de rinocerontes. Así lo certifica el último descubrimiento de un matrimonio alcoyano aficionado a la paleontología. Angel Carbonell y Mari Carmen Almahano, han depositado en el Museo Arqueológico de Alcoi, Camil Visedo cuatro piezas de molares que descubrieron casualmente el pasado agosto y que los expertos de la Universidad de Valencia y el Museo de Paleontología han cifrado con una antigüedad de en torno al millón y medio de años.

El hallazgo de estos fósiles vertebrados tiene antecedentes en Alcoi. El de este verano es el tercero de estas características en el último medio siglo. El primer descubrimiento data de 1937 en que a 15,5 metros de profundidad se descubrió también casualmente un molar de rinoceronte del cuaternario en las obras de construcción de un refugio subterráneo en el espacio que actualmente ocupa la Llotja de San Jordi. En 1954 otras obras hicieron aflorar 8 molares de rinoceronte a 11 metros de profundidad.

Estos hallazgos junto a la aparición de restos de un elefante en Cocentaina atestiguan, según el director del Museo Arqueológico Municipal Camil Visedo, José María Segura, que el clima del cuaternario en esta zona, época inmediatamente anterior a los primeros asentamientos humanos, era cálido y favoreció un hábitat africano.

El hallazgo prehistórico ha pasado a manos de la Generalitat valenciana y será la Dirección General de Patrimonio el organismo que que decida su destino final, en cumplimiento de la ley de Patrimonio de la Comunidad Valenciana. La concejal de Cultura en el ayuntamiento de Alcoi, Trini Miró, agradeció la cesión de estas piezas prehistóricas que de no haberse comunicado hubieran acabado en una colección privada.

El ayuntamiento de Alcoi en la carta que ha remitido a la Generalitat valenciana con la información de estos hallazgos, ha solicitado que la Dirección General de Patrimonio considere que en la ciudad hay un museo capaz de albergar estas piezas que enriquecerían el patrimonio cultural local.

Los depositarios de las piezas, serían el matrimonio que descubrió la mandíbula de rinoceronte en la urbanización del Baradello anterior a las ocupaciones humanas y que José María Segura definió como una fuente importante de información sobre el pasado geológico de estas comarcas del interior de Alicante.

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