Hijos o tanques
La baja natalidad preocupa a los políticos -hace algunos meses, el propio presidente Aznar calificó la situación de "catastrófica".- ¿Cómo se concreta esta preocupación en las actuaciones de los poderes públicos? El Gobierno lanza a bombo y platillo ambiciosos planes de apoyo a la familia, aunque se olvida de dotarlos de recursos suficientes. Se anuncian, con alaridos mediáticos, modestas medidas que no impiden que España siga siendo el país que menos esfuerzo dedica a la familia. Y ahora, para rematar la faena, el Gobierno pretende especular con suelo público en vez de dedicarlo a construir viviendas que la gente normal pueda comprar.
Hay que saber que la casi imposibilidad de acceder a una vivienda es hoy la causa principal del récord de baja fecundidad que sigue ostentando España. La edad de emancipación de los jóvenes es, con diferencia, la más alta de la Unión Europea, y la fecundidad entre 20 y 30 años se encuentra literalmente por los suelos. Esto tiene consecuencias muy negativas, tanto por la infelicidad individual que provoca como por el impacto a medio y largo plazo sobre el envejecimiento de la población. En algún momento de la historia parece que hubo que elegir entre mantequilla o cañones; hoy, nuestro Gobierno, entre los hijos y los tanques, se queda con los tanques.