Ibarrola acentúa el color de 'Los cubos de la memoria' de Llanes

El pintor Agustín Ibarrola (Bilbao, 1930) ha acentuado el color y ha variado la estructura de la segunda fase de su proyecto Los cubos de la memoria de Llanes (Asturias). Desde julio, el artista trabaja en la escollera de la vertiente norte del puerto, la más expuesta al mar y la más difícil de observar desde tierra. La primera fase, concluida el año pasado, se ha convertido en la imagen del municipio.

Agustín Ibarrola ha optado para dar continuidad a su obra por una solución más geométrica, respondiendo a la disposición octogonal del espacio del que dispone. El pintor anunció en una visita marítima a la escollera que optará por propuestas menos figurativas y por un tratamiento individualizado de cada cubo. Con ello intensificará el color y dará mayor valor a las estructuras lineales y cromáticas de las piedras.

"Los trabajos que estoy realizando están pensados para ser vistos desde el mar", subrayó el pintor, aunque también podrán contemplarse desde el singular paseo de San Pedro, situado al oeste de la bocana del puerto, pero en ningún caso desde el punto en el que ahora se observan las figuras creativas de la primera fase ya terminada. "Es una reflexión, una introspección del artista en el cubo", según Ibarrola, que ha definido su trabajo sobre la superficie inerte de hormigón como "vanguardista y abierto".

La actuación, según el artista, será sobre 70 cubos de entre 30 y 60 toneladas cada uno de ellos. "En realidad, cada uno se cierra sobre sí mismo, como si fueran personajes independientes". La obra, iniciada en 2001, fue iniciativa municipal. El alcalde, Antonio Trevín, invitó al pintor vasco a realizar un gran mural exterior aprovechando los cubos, depositados irregularmente, que rodean el espigón de entrada del puerto. En este trabajo el artista vasco ha querido reflejar la historia del concejo. Ibarrola ha tenido que usar pinturas especiales resistentes a la corrosión del agua y ha instruido a sus ayudantes para las reparaciones futuras.

El autor siempre ha dicho que ésta es una obra singular a mitad de camino entre la pintura y la escultura, que le obligó a replantaearse sus conceptos "artísticos, históricos e internacionales" a la hora de abordarla porque no hay ninguna referencia conocida anterior. También ha insistido en que no trabajará en el futuro en ningún proyecto de similares características. La inversión prevista para el conjunto del proyecto escultórico será de 300.000 euros.