Palacio de Lorite
Que el hombre es violento y retorcido lo sabemos todos, pero los "señores" (de alguna forma hay que llamarlos) del PP en el "Gobierno" (de alguna manera hay que llamarlo) de Madrid son el paradigma de violencia y retorcimiento. ¿Por qué? Porque han destrozado alegremente un edificio histórico en plena calle de Alcalá, entre Cibeles y Gran Vía. Comprendo que piensen que estoy loca, pero no, sólo tienen que parar por el Banco de España y lo comprobarán ustedes mismos.
No sé quién lo ha autorizado ni con qué oscuros propósitos, pero les ordeno en nombre de la justicia histórica y estética que lo reedifiquen tal y como estaba. No existe ningún tribunal internacional de crímenes contra la humanidad, la historia, el arte o el sentido común, pero yo, desde mi corazón, les denuncio y espero que sobre ellos caiga todo el peso de la ley si no lo hacen.
Si hace falta otro "crimen", puedo alegar el otro derribo: la esquina de la carrera de San Jerónimo, enfrente del Senado. ¿Es que quieren dejar Madrid tan hortera como Marbella o es que quieren imitar al señor Bush dejándolo como Bagdad?
Por Dios, que alguien termine con esa violencia y ese retorcimiento, ¿es que no hay nadie de derechas que tenga la mínima vergüenza? ¿Qué pasaría si se derribase el colegio del Pilar? Yo pasaba cada día por el palacio de Lorite cuando era pequeña e iba al colegio y, por lo tanto, me siento con el alma violentada y retorcida. Y lo que es peor, me siento impotente porque unos seres extraños a mi vida y mi cultura están "bombardeando" el corazón de Madrid impunemente y nadie me consuela cuando lloro viendo cómo sus "bombas" van cayendo inexorablemente sobre mi ciudad y mis pobres recuerdos. Otro día hablamos del ma-moneo o de cómo algunos arquitectos estarían mejor en Siberia o Alaska que destrozando España.