Candela Cort mostrará sus sombreros en Nueva York
Hace poco más de un mes, Candela Cort (Madrid, 1959) no conocía al diseñador valenciano Manuel Fernández. Ayer, la creadora de sombreros pintaba unas tablillas que adornan algunos de los 32 tocados que complementarán su desfile en la inauguración de la Semana de la Moda de Nueva York, el próximo 12 de septiembre. De la pared, sujetos con chinchetas, cuelgan los bocetos que Fernández le envió a su estudio de Madrid para que se hiciera una idea del tipo de ropa a la que tenía que poner sombrero. En el suelo, dos enormes cajas de cartón rosa guardan ya parte de la nueva colección, listas para viajar hasta Nueva York. El desfile de Manuel Fernández precede al de Gianfranco Ferré, y en la misma pasarela desfilan también los creadores españoles Miguel Adrover y Custo.
La coleccción de Manuel Fernández lleva por título Spanish
eyes, "telefónicamente me pidió que hiciese algo muy español, algo que en principio no sé bien qué significa y que he tratado de resolver a base de flores y de tonos rojos, verdes y negros", explica la diseñadora, al tiempo que se prueba los modelos que desfilarán en la pasarela neoyorquina.
Sus casquetes, pamelas y tejas, confeccionados manualmente a base de tules y rafias, tienen ese aire ligero, delicado y femenino que caracteriza toda su obra. "Soy muy flexible y no me gusta tener todo cerrado de antemano. Tampoco parto de un diseño o de una idea preconcebida, más bien me dejo llevar por un acto intuitivo. Corto y pego según va surgiendo", añade. Como creadora se identifica más con las mujeres. Sobre la mesa tiene un tocado que acaba de adquirir firmado por la diseñadora Isabelle Leorier.
Candela Cort ha trabajado para el cine -Una mujer bajo la
lluvia, de Gerardo Vera, y Gran
Palace, de Tricicle-, el teatro -colección para el musical Hello Dolly-, la ópera -Corvo
blanco, de Robert Wilson, con música de Philip Glass- y el ballet, pero la pasarela neoyorquina será su primera experiencia fuera de España.
Uno de los sombreros de esta creadora, Sol y sombra, se exhibe estos días en la exposición Tras el espejo en el Museo Reina Sofía. Pero Candela Cort no vive del arte, trabaja como un artesano más en su estudio, apoyada por su vieja máquina de coser, y desde allí atiende personalmente a sus clientas, capaces de subirse a un avión sólo para colocarse uno de sus diseños, añade. Su principal mercado es el del sombrero de fiesta. Sólo para la boda de la infanta Cristina realizó 30 modelos. "Ni estoy ni quiero estar industrializada. Me gusta cómo trabajo. Cuando veo entrar a una señora por la puerta, ya sé lo que le va", añade esta creadora, que se queja de la falta de uso de una prenda tan emblemática.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.