Informática en Sanidad

En respuesta a la información difundida por su diario sobre la vulnerabilidad de la confidencialidad de los pacientes y el secreto médico, la Consejería de Sanidad desmiente dichas afirmaciones y aclara:

1. La historia clínica informatizada facilita el cuidado de los pacientes y la labor del médico y, en consecuencia, es muy bien valorada por los profesionales en su trabajo cotidiano.

2. La Consejería de Sanidad ha ido creando y poniendo en funcionamiento una moderna e importante infraestructura informática y de comunicaciones, que en la actualidad presta servicio a la casi totalidad de los centros y los profesionales que en ellos trabajan. En este proceso han intervenido diversos proveedores bajo contrataciones y adquisiciones realizadas conforme a la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas.

3. El acceso a datos personales y clínicos está restringido a profesionales sanitarios, previa identificación con clave y limitado en función de su responsabilidad y competencias asociadas al cuidado de los pacientes, en estricto cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1992 de Protección de Datos.

4. La aplicación informática que soporta la historia clínica dispone de un procedimiento conocido como "fichero de huella", que registra todas las actuaciones sobre los datos, identificando tanto la persona que accede como los contenidos que han sido leídos o modificados. Para asegurar el nivel de confidencialidad de la información, ésta no se encuentra en los ordenadores de los puestos de trabajo, sino en el servidor de cada centro, por lo que cualquier acceso a aquéllos no permite la obtención de datos clínicos.

5. Las actuaciones técnicas de mantenimiento y soporte, necesarias para asegurar el funcionamiento del sistema y que en determinados casos hacen aparecer en el ordenador del médico un símbolo (a lo que probablemente el artículo denomina monigote), se realizan exclusivamente respecto a los componentes tecnológicos, nunca en relación a los datos o contenidos. Este tipo de acciones tratan de detectar de forma preventiva futuras necesidades o corregir deficiencias funcionales.