Gobierno y oposición acuerdan en Alemania un recorte en las prestaciones de la sanidad
Las cotizaciones sociales bajarán desde el 14,4% actual hasta un 12,15% en 2006
Los negociadores del Gobierno de centro-izquierda, socialdemócratas (SPD) y Los Verdes, y la oposición democristiana (CDU / CSU) se constituyeron en una especie de gran coalición, que logró un acuerdo en la madrugada de ayer en Berlín para dar un tajo al sistema público de salud. La reforma intenta rebajar el costo del seguro de enfermedad que pagan a medias entre la empresa y el trabajador. Se intenta que el 14,4% del salario que cuesta ahora el seguro baje a un 13,6% en 2005 y a un 12,15% en 2006, a cambio de que determinadas prestaciones se cubran con seguros privados.
Para conseguir esta bajada, a partir de enero del año 2005 los afiliados a la seguridad social tendrán que hacer un seguro complementario que cubra las prótesis dentales. Desde enero de 2006, un año antes de lo previsto, los asegurados tendrán que pagar por su cuenta un seguro que cubra el pago del salario en caso de baja prolongada por enfermedad.
Éstos eran los dos flecos más duros que quedaban por negociar hasta el compromiso logrado ayer de madrugada entre el Gobierno y la oposición. Estos dos puntos candentes se suman a otra serie de recortes: habrá que pagar una cantidad por la visita al médico especialista (una tasa de 10 euros) y por cada día de estancia en hospital, el seguro no financiará ya la inseminación artificial en mujeres mayores de 40 años, ni la esterilización, salvo prescripción facultativa, y tampoco se rembolsarán los gastos de taxi cuando se necesite para acudir a la asistencia sanitaria.
El acuerdo entre las delegaciones del Gobierno y la oposición, encabezadas por la ministra federal de Salud, la socialdemócrata Ulla Schmidt (SPD), y el ex ministro del mismo ramo, el socialcristiano de Baviera Horst Seehofer (CSU), invita al chiste fácil de que se logró con nocturnidad y alevosía.
Tras una sesión maratoniana de casi 13 horas, Schmidt y Seehofer anunciaron que se había logrado el compromiso que la próxima semana en los grupos parlamentarios debe llevar a un proyecto de ley que se aprobará en el Parlamento Federal (Bundestag), a mediados de septiembre, y en la segunda Cámara, la de los Estados Federados (Bundesrat), después de las elecciones del Estado de Baviera a finales del mismo mes.
Agenda 2010
La reforma del sistema público de salud es uno de los pilares de la llamada Agenda 2010 que intenta llevar adelante el Gobierno rojiverde de coalición SPD-Verdes con el objetivo primario de rebajar los enormes costes no salariales que ponen en peligro la competitividad de la industria alemana.
Para aprobar las leyes de reforma el Gobierno federal necesita el apoyo de la oposición democristiana (CDU / CSU), que cuenta con mayoría en el Bundesrat y podría haber bloqueado las leyes de no haberse llegado ayer al compromiso. Esta vez el acuerdo parece definitivo y cuenta con la bendición de los jefes de los dos grandes partidos, el canciller federal Gerhard Schröder (SPD) y Angela Merkel (CDU) y hasta del gran hermano, el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber (CSU).
Con satisfacción, al término de su reunión, la ministra Schmidt afirmó: "Pudimos aclarar todas las cuestiones". Seehofer anunció con solemnidad: "La obra ha quedado concluida".
Apenas pronunciadas estas palabras en los telediarios de la madrugada empezaron a llover las críticas de casi todas partes en los programas matinales de radio y televisión. Los seguros privados están que muerden y se consideran perjudicados por el acuerdo. Las prótesis dentales se podrán cubrir con un seguro complementario, público o privado, a gusto del consumidor. La seguridad social estima que costará entre seis y siete euros mensuales para toda la familia. Los seguros privados calculan 7,50 euros por cada persona asegurada.
Eckard Fiedler, director de la caja de seguros Barmer, una de las más grandes de Alemania, calcula que las aseguradoras ahorran con la reforma unos 9.000 millones de euros, de los que nueve corren a costa de los asegurados y los 1.000 millones restantes, a cargo de la industria farmacéutica.
Feroz ha sido el ataque de la Federación Social Alemania, la más antigua de las asociaciones de defensa de los más débiles. Su presidente, Peter Vetter, calificó la reforma de "antisocial y carente de ideas, una superflua orgía de recortes". Para Vetter, se ha formado una "desgraciada gran coalición para un desmantelamiento social carente de perspectiva". El dirigente social considera que "los rojiverdes y la CDU / CSU castigan por añadidura a quien está enfermo, y esto es indigno de un Estado social".
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