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La policía ha pedido la clausura de 143 bares desde enero

Los agentes imponen cada fin de semana más de 400 multas por incumplir las ordenanzas

Los locales de Madrid incumplen de forma reiterada las ordenanzas municipales. Eso es al menos lo que se deduce de la actividad sancionadora que ha ejercido la Policía Municipal en los seis primeros meses del año. Los agentes de la autoridad han extendido 13.351 sanciones a más de 6.400 locales de ocio repartidos por los 21 distritos de la capital. Como siempre, la falta de licencia municipal o el hecho de ejercer una actividad distinta de la recogida en el permiso es causa de la mayoría de las multas impuestas a los locales. En 143 ocasiones los policías solicitaron la clausura inmediata del local.

La Policía Municipal ha inspeccionado entre enero y junio de este año los 8.891 locales de ocio que existen en la capital. De éstos, unos 2.500 cumplen al dedillo la normativa municipal y regional en materia de espectáculos públicos. Los casi 6.400 restantes presentan algún tipo de deficiencia en materia de seguridad, asuntos administrativos o en higiene, según los datos facilitados por los responsables del cuerpo policial.

Un semestre más, las faltas administrativas son las que más problemas han dado a los agentes municipales, con más de 11.000 actas de denuncia levantadas. Ejercer la actividad sin licencia o carecer del permiso de funcionamiento ha generado 2.886 sanciones. Dentro de este capítulo, figuran a continuación como motivos de sanción el incumplimiento de los horarios de cierre (1.780 actas), el carecer de las hojas de reclamaciones (577) y el exceso de ruidos.

"Muchos propietarios creen que les es rentable pasar del horario de cierre que recogen las ordenanzas municipales o las leyes regionales. Quizá sea cierto en las primeras multas, pero, según se sea más reincidente, el precio se eleva y ya les sale bastante caro", advierten mandos de la Policía Municipal.

La seguridad de los locales es uno de los aspectos en los que más incidencia hacen los agentes municipales. De hecho, en estos seis primeros meses del año han impuesto cerca de 1.200 multas relacionadas con deficiencias en las salidas de emergencia, el alumbrado de seguridad o los extintores. "Hemos llegado a lugares en los que tenían apiladas las cajas de bebidas o los barriles de cerveza justo en las salidas de emergencia. Si se llega a producir un incendio, habrían muerto todas las personas que hubiese en el local", explican fuentes del cuerpo.

Extintores mal puestos

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En otras ocasiones los extintores estaban colocados como topes de las puertas y su utilización hubiera sido imposible en caso de un siniestro. "Además, se ponen junto a las cocinas o fuentes de calor, lo que hace que carezcan de presión o que la carga se inutilice, por lo que también serían ineficaces en un fuego", añaden estas fuentes.

La higiene es otro asunto que deja bastante que desear en algunos locales de ocio. La policía ha incoado 1.077 sanciones por incumplir las leyes.

Las faltas denunciadas se dividen entre leves, graves o muy graves. Las dos últimas, si son de cierta importancia, pueden dar lugar al cierre del local de forma temporal. En caso de que sean de mayor envergadura, los agentes requieren a la junta municipal del distrito correspondiente que precinte o clausure el local. "Esto puede darse porque no han rectificado los fallos detectados en las últimas inspecciones o porque utilizan unos aparatos electrónicos que no reúnen las condiciones necesarias de seguridad, entre otros muchos factores", explican los mandos policiales. La clausura inmediata también puede decretarse por abrir un establecimiento que carece de licencia para ejercer una actividad de bar de copas.

La forma de actuar de los policías municipales siempre resulta idéntica. Primero entran en el bar dos o tres agentes de paisano que comprueban si los camareros expenden alcohol a menores o se trafica con droga a pequeña escala. Comprueban después el aforo y la distribución del mobiliario. Unos 15 o 20 minutos más tarde entran otros compañeros, uniformados, que comienzan a solicitar a los responsables del bar todos los documentos que se exigen para desarrollar una actividad cara al público. Algunas de las sanciones no suponen más que pequeñas multas económicas que corresponden a faltas leves, como no tener visible el cartel de actividad y aforo del local o el plano del establecimiento.

"La normativa que está vigente en la región, y especialmente en Madrid, es de las más exigentes de toda España. No deja nada a la libre interpretación de los propietarios y detalla una a una todas las posibilidades. De hecho, abrir un local de ocio puede ser complicado si no se está asesorado por técnicos en la materia", reconocen fuentes de la Policía Municipal.

Los controles a los locales son efectuados durante toda la semana, aunque se refuerzan las noches de jueves a sábado, que es cuando se produce la mayor acumulación de personas en estas zonas de ocio. Según fuentes del cuerpo, las inspecciones efectuadas en este semestre permiten afirmar que la Policía Municipal ha controlado todos los bares y locales de ocio que están abiertos en la actualidad en la capital.

Más vigilancia en las terrazas

El reciente incremento de la plantilla de la Policía Municipal de Madrid con 642 nuevos agentes ha supuesto "un revulsivo" para las inspecciones nocturnas de las terrazas o veladores. Según los datos facilitados por el cuerpo policial, el número de visitas a este tipo específico de locales casi se ha duplicado: si en junio de 2002 fueron inspeccionadas 458 terrazas, el pasado mes se cerró con 852.

Y eso también ha supuesto que los agentes hayan tirado más de boletín de denuncia, que han pasado de 1.149 en 2002 a los 1.676 de este junio.

De nuevo, la falta de licencia o el ejercer una actividad distinta a la que se ha solicitado por los dueños se ha aupado con el primer puesto en las denuncias tramitadas por los policías: en 508 ocasiones han encontrado esta falta grave, frente a las 318 del ejercicio anterior.

En segundo lugar en la lista de motivos para imponer una sanción se halla el carecer de cartel identificativo o de plano de situación de las mesas y las sillas, con 379 multas. En el mismo mes de 2002, este concepto se quedó en 205. Otra subida espectacular la ha supuesto la retirada de enseres o de mobiliario que superara los límites establecidos por la licencia municipal.

La ordenanza del Ayuntamiento recoge que, si una terraza supera el número de mesas permitidas u ocupa más espacio de la vía pública del que tiene establecido, los agentes pueden ordenar su retirada y el traslado a los almacenes municipales. Esto lo han hecho en 103 ocasiones el pasado junio, frente a las 32 del mismo mes de 2002. Los excesos de ruido, con ocho multas, y el incumplimiento de los horarios, con otras 19, son otros capítulos que han motivado las denuncias municipales.

Otros aspectos que muchas veces pasan desapercibidos por los viandantes son los controles de alcoholemia que efectúan los agentes policiales en los lugares próximos a las terrazas. De las 241 pruebas efectuadas, sólo 10 fueron positivas.

"La gente cada vez está más concienciada de que no debe beber cuando va a conducir un coche. Por eso, estas pruebas tienen un carácter preventivo", señalaron fuentes del cuerpo.

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