Tropas de EE UU matan a los dos hijos de Sadam en Irak

El Pentágono confirmó ayer que los dos hijos del dictador iraquí, Uday y Qusay Husein, fueron abatidos durante "fiera batalla" entablada en la ciudad Mosul, norte del país. "Estamos seguros de que Uday y Qusay estan muertos", afirmó el teniente general Ricardo Sánchez en Bagdad.

Los dos eran muy temidos en Irak. Uday, el mayor, por sus desmanes violentos de asesino y violador; Qusay, el número dos del régimen, porque no tenía compasión con quien supusiera la más mínima oposición política. Nunca le tembló la voz cuando ordenó ejecuciones sumarias.

Al menos 200 soldados norteamericanos participaron en el ataque, que se inició supuestamente tras una filtración de los propietarios de la casa en la que se habían refugiado los hijos de Sadam. Algunos testigos dijeron que nada más detectarse la presencia de los militares norteamericanos, desde el interior de la casa se escucharon disparos. El enfrentamiento duró horas. Al final había cuatro cuerpos calcinados en el interior de la vivienda.

La Casa Blanca se mostró prudente ante las primeras informaciones que hablaban de la muerte de Uday y Qusay, hasta que finalmente el Pentágono confirmó que dos de los cuerpos calcinados correspondían a los dos hijos del primer matrimonio de Sadam Husein, considerados los herederos de su régimen. Los otros dos cadáveres son de un supuesto guardaespaldas y de un niño de 14 años, que pudiera ser uno de los cuatro hijos de Qusay.

Por otra parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, solicitó ayer ante el Consejo de Seguridad la rápida devolución de la soberanía iraquí a instituciones representativas del pueblo de Irak.