Camps coloca a su gente en departamentos clave y mantiene a los pesos pesados del anterior Consell

El presidente nombra seis consejeros nuevos y conserva cuatro del otro Ejecutivo

Joaquín Ferrandis Juanjo García del Moral

Valencia - 21 jun 2003 - 00:00CEST

El nuevo presidente de la Generalitat, Francisco Camps, designó ayer su primer gobierno tras jurar el cargo. Un Consell en el que Camps sitúa a personas de su confianza en áreas clave pero que permite a Eduardo Zaplana mantener una amplia presencia en el Ejecutivo valenciano. Los dos dirigentes populares estuvieron negociando en Madrid hasta la víspera los nombramientos, lo que provocó que algunos consejeros se enterasen ayer de su nueva condición. Así, Camps mantiene cuatro consejeros del equipo de Zaplana y nombra seis nuevos.

Francisco Camps logra traerse de Madrid al portavoz del PP en el Senado, Esteban González, y al secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps. Ambos, junto con el castellonense Víctor Campos, forman parte de su núcleo de confianza y se ubican en las áreas clave de Cultura y Educación; Economía, Hacienda y Empleo; y Justicia y Administraciones Públicas, respectivamente. Camps apuró hasta el último momento las negociaciones con el presidente regional del PP, Eduardo Zaplana, sobre la composición del Consell, tras haber evitado plantear batalla en la composición del grupo parlamentario de las Cortes Valencianas. Una negociación larga que llevó a que los dos altos cargos de Madrid incorporados ayer al Consell lograsen el visto bueno del secretario general del PP, Javier Arenas y de Eduardo Zaplana, horas antes de hacerse público su nombramiento. Esteban González -que se enteró de su nombramiento por Arenas antes que por Camps- ya estuvo a punto de asumir la cartera de Educación con Zaplana al frente de la Generalitat aunque su nombramiento como portavoz en el Senado le alejó del Consell.

El ex portavoz parlamentario Alejandro Font de Mora, que llevó la campaña electoral de Camps y con el que ha mostrado un buen entendimiento ocupará la Consejería de Presidencia y será portavoz del gobierno. Una cartera desde la que se encargará con ayuda de Pedro García, secretario autonómico de Presidencia, de las relaciones con los medios de comunicación y con el grupo parlamentario.

En el nuevo Ejecutivo de Camps se mantienen cuatro pesos pesados del equipo de Eduardo Zaplana. José Ramón García Antón se queda con la parte del león de la ahora desdoblada Consejería de Obras Públicas. García Antón ocupa la nueva Consejería de Infraestructuras y Transportes, que se convierte en el departamento de las grandes inversiones; mientras que Rafael Blasco, hasta ahora titular de Bienestar Social, se encargará de la Consejería de Territorio y Vivienda. Una cartera que ya ocupó durante los gobiernos del socialista Joan Lerma y de la que fue destituido por supuestas irregularidades que nunca fueron demostradas ante los tribunales.

Alicia de Miguel también se mantiene como consejera, aunque abandona la portavocía para encargarse de Bienestar Social, tras haberse especulado con la posibilidad de que fuese nombrada senadora. El cuarto de los consejeros de Zaplana que repite es Vicente Rambla, que tras abandonar la cartera de Economía y Hacienda, asume en el Consell de Camps la cartera de Sanidad.

Rambla, que ya fue director general de régimen económico de la Consejería de Sanidad, llega a una cartera cuyas dificultades conoce perfectamente desde su antigua responsabilidad en Economía y Hacienda y con la que ha tenido no pocas batallas para intentar racionalizar un gasto desbocado.

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Para la cartera de Industria, Comercio y Turismo, el presidente de la Generalitat nombró al alcalde de Alcoi, Miguel Peralta, un hombre de Zaplana con buenas relaciones con Camps. En Alcoi fue donde, durante la campaña, el nuevo presidente pronunció su conferencia sobre el modelo de Administración que piensa impulsar a partir de ahora. Peralta asume además una competencia que Zaplana ha mimado, la de turismo, y otra que Camps quiere impulsar, industria.

Otra de las personas de la cantera de Zaplana en Benidorm, la ex directora general de Grandes Proyectos de la Generalitat, Gemma Amor, asume la consejería de Agricultura y Pesca. Amor completa así el primer escalón de la Generalitat, que mantiene el equilibrio territorial con tres consejeros de Alicante, tres de Castellón y cuatro de Valencia. El segundo escalón también está ya decidido y se conocerá tras la toma de posesión de los consejeros.El desdoblamiento de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes y la desaparición de la Consejería de Medio Ambiente son las principales novedades del nuevo Consell presidido por Francisco Camps, que ha configurado su Gobierno sin modificar apenas el organigrama del Consell que ha funcionado desde la última remodelación y cambio de denominación de departamentos decidida por Eduardo Zaplana en 2001. Medio Ambiente se integra en la nueva Consejería de Territorio y Vivienda, que se reparte, con la también nueva Consejería de Infraestructuras y Transporte, las competencias que hasta ahora reunía el departamento de Obras Públicas.

La desaparición de la Consejería de Medio Ambiente fue calificada ayer de "sorprendente y preocupante" por el portavoz adjunto de l'Entesa, Joan Antoni Oltra, quien afirmó que ese departamento ha sido "la primera víctima de Camps".

Si el organigrama no causó sorpresa, los nombres que Camps dio a conocer a primeras horas de la tarde para ocupar los diversos departamentos del Consell sí cogieron por sorpresa a más de uno. Tanto a los que a esa hora se enteraron de su entrada en el Consell, como a los que cambiaban de destino, así como a los que supieron que no continuarían. Entre éstos últimos, sólo el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, conocía desde hacía unos días tanto la decisión de suprimir el departamento que ha dirigido durante los últimos tiempos como su salida del Ejecutivo. Y es que casi nadie conocía los planes de Camps, que en la noche del jueves se reunió a cenar con los integrantes del Consell saliente. Tanto es así que ayer, al término de la recepción de las Cortes, tras la toma de posesión de Camps, alguno aún se aferraba ansioso al teléfono, a la espera de una llamada.

Camps ha configurado un Gobierno de continuidad, pero, a diferencia de la época Zaplana, prácticamente ninguno de los que son diputados en las Cortes serán obligados a dejar el escaño. Algo que no debe preocupar a aquellos que esperaban que corrieran las listas, porque una alto cargo del PP afirmó ayer que "habrá para todos".

Por otra parte, Esteban González Pons será sustituido en el Senado por María Ángeles Crespo, alcaldesa de Carlet. Por su parte, el nuevo consejero de Industria, Miguel Peralta, dimitió ayer como alcalde de Alcoi, donde será sustituido por Jordi Sedano.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se abraza al ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, tras la toma de posesión del primero.SANTIAGO CARREGUÍ

Sobre 'Els Furs' y la Biblia

El nuevo presidente de la Generalitat, Francisco Camps, es muy cuidadoso con las formas y fiel a los simbolismos, entre otros, y de forma especial, los de carácter histórico. Lo demostró durante la precampaña y la campaña electoral al celebrar actos en La Valldigna y al subir a la cima del Penyagolosa. Lo escenificó, el día de su investidura, con un discurso lleno de referencias simbólicas que pronunció íntegramente en valenciano. Y lo ha explicitado al acompañar su compromiso de reforzar la idea de la Comunidad Valenciana como nacionalidad histórica con propuestas que combinan los conceptos del parlamentarismo moderno con el imaginario valenciano. Por ejemplo, la de celebrar en 2006 el aniversario de la jura de los fueros valencianos por parte del Archiduque Carlos de Austria en el año 1706. Y ayer no podía ser menos. Camps utilizó la fórmula tradicional de juramento que estipula el Reglamento de las Cortes. Pero lo hizo sobre cuatro libros: a los ejemplares de la Constitución y del Estatuto de Autonomía que tradicionalmente han sido utilizados para la jura o promesa del cargo por sus predecesores, ayer se añadieron dos más. Camps pidió expresamente un ejemplar de una edición facsímil de Els Furs. El cuarto volumen sobre el que juró su cargo, el que Camps tocaba mientras pronunciaba las palabras rituales, era la Biblia.

Los retos del nuevo Ejecutivo

El nuevo Consell celebrará hoy su primera reunión. Sólo un consejero repite área, José Ramón García Antón. Los restantes aterrizarán en nuevos departamentos, cada uno con sus retos particulares.

- Sanidad. La deuda con los proveedores y el déficit en conciertos o en farmacia son algunos de los temas a los se enfrenta Vicente Rambla. A ello se suma la puesta en marcha del nuevo hospital La Fe, o de la gestión privada de la asistencia primaria en Alzira y Torrevieja, así como la construcción del nuevo hospital de gestión privada en La Vega Baja. Otras cuestiones pendientes son el desarrollo la ley de Ordenación Sanitaria y la aplicación de la de Humanización.

- Bienestar Social. Alicia de Miguel tendrá como principal reto cumplir con la promesa de su predecesor de situar la Comunidad Valenciana en la media estatal de plazas de residencias para la tercera edad, además de consolidar otros servicios como la ayuda a domicilio. También tendrá que poner en marcha la promesa del catering social a los mayores.

- Agricultura. Entre los problemas del campo valenciano destacan el envejecimiento de su población y el escaso relevo generacional. Pero la principal dificultad es el acusado minifundismo del sector agrario, que lo hace poco competitivo y es difícil de resolver si desde este departamento no se aplica una política decidida y bien dotada económicamente.

- Infraestructuras. Aunque el Ministerio de Fomento es el responsable de las dos obras, José Ramón García Antón está encargado de garantizar la construcción del AVE a la Comunidad Valenciana y el Plan Hidrológico Nacional. En clave autonómica, la prolongación de las líneas del Metro en Valencia y el tranvía en Alicante y finalizar las autovías central y de La Plana son sus retos.

- Territorio y Vivienda. Rafael Blasco, tendrá como principal asignatura la aprobación de la Ley de Ordenación del Territorio, que arrastra dos legislaturas de retraso, los planes de conservación del litoral y la huerta y, en materia medioambiental, avanzar en el Plan Integral de Residuos (PIR) y completar el catálogo de espacios protegidos con medidas eficaces de conservación. En vivienda, Blasco deberá cumplir la promesa de colocar VPO en el mercado y facilitar el acceso de los jóvenes a un hogar.

- Cultura y Educación. Esteban González Pons tendrá que lidiar con un paquete de reformas del sistema educativo y del universitario impulsadas por el Gobierno central, pero de entrada tendrá que cumplir los compromisos de su predecesor, pagar los acuerdos retributivos firmados y aprobar las plantillas docentes de ESO pactadas. En Universidades, la urgencia es la financiación.

- Industria. Miguel Peralta tiene también el reto, junto con Sanidad, de combatir los brotes de legionela -que se han cebado especialmente en su ciudad, Alcoi

- mejorando las instalaciones de refrigeración industrial. La recuperación de la vitalidad exportadora, la internacionalización de las empresas y la batalla de los horarios comerciales serán algunos de sus retos.

- Justicia y Administraciones Públicas. Víctor Campos inicia la andadura con varios frentes abiertos: reforzar los juzgados con material y personal, regular la puesta en marcha de los juicios rápidos y atender las reclamaciones de los funcionarios que, desde hace dos años, piden los mismos complementos que en otras autonomías. Además, si la dirección general de Interior se mantiene dentro de esta consejería, la Policía Autonómica es la gran asignatura pendiente.

- Economía y Hacienda. El principal problema que hereda Gerardo Camps es, sin duda, el de la elevada deuda de la Generalitat. Pero también el de las cajas de ahorros.