Peridis y el proyecto en La Habana Vieja, premios de la Fundación Toledo

Lo dijo Peridis emocionado y con su habitual gracejo: "Un premio entregado por el Rey, y en Toledo, es un Oscar". La Real Fundación de Toledo otorgó ayer sus premios, seis en total, que reconocen los méritos en la defensa y recuperación del patrimonio histórico en el mundo. Cuatro se quedan en la ciudad: el Plan de Color del Casco Histórico, el servicio de Arqueología de la Diputación, su Cine Club (el premio "sorpresa") y el coleccionista Pablo Sanguino. Los otros dos trascienden fronteras: el gran proyecto de salvar de la ruina La Habana Vieja y la ejemplar trayectoria del arquitecto y dibujante Peridis.

Horas antes de que el Rey entregara los premios de la 10ª edición en el teatro Rojas,

los galardonados estaban exultantes mientras ensayaban la ceremonia que sería por la tarde. Estaba el cubano Eusebio Leal, historiador, autor de libros y director desde 1968 del Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja, uno de los cascos históricos más bellos del mundo. "Con este premio", contaba, "voy a ir para allá con una recarga de energía para seguir luchando". Falta le hace. Porque la operación del Gobierno cubano (apoyado por la Unesco y otras instituciones internacionales) para revitalizar el casco histórico sigue siendo colosal. "Es una proeza", calificaba Leal, "en las condiciones económicas y sociales que tenemos". Ya se ha recuperado un sector completo (las plazas de Armas, de la Catedral, la de San Francisco y la plaza Vieja) y el próximo objetivo será "penetrar" en el otro lado de la ciudad. Y lo que es muy destacable: "El proyecto ha sido paralelo al desarrollo social. Lo importante de cualquier tarea es su mística, la admiración para que arrastre a los demás y que la gente tenga noción de lo que pasa", explicó.

El premio al Cine Club de Toledo, que se creó en 1981, ha sido una sorpresa, incluso para su director, Felipe Hernández Ponos. "La historia de este cine es la historia de los ayuntamientos democráticos. Empezamos con el primero, de UCD, y después hemos pasado por todos los signos políticos y todos nos han apoyado de forma continua", aseguró su director. El jurado destacó el mérito de seguir manteniendo una gran vitalidad "en una época en que esta manifestación cultural ha desaparecido en la mayoría de las ciudades".

El ceramista, pintor y coleccionista de arte Pablo Sanguino se ha dedicado durante años a recuperar obras de arte de origen toledano, o lo que es lo mismo, "a rescatar la memoria del siglo XIX de Toledo. Había una laguna en nuestra historia, como la pintura del siglo XIX y principios del XX que estaba un poco olvidada", dijo. Algo parecido hace año tras año el servicio de Arqueología de la Diputación de Toledo, que ha cambiado la vieja imagen de la arqueología. "Antes encontrar un yacimiento en el municipio era un quebradero de cabeza para cualquier alcalde, ahora hemos logrado que se vea como una parte del pasado con posibilidades de futuro, como una nueva fuente de recursos", apuntó su director, Jesús Carrobles. Y por el minucioso proyecto para conservar las fachadas, que ha dirigido Joan Casadevall, ha sido premiado el Plan de Color del Casco Histórico.

El presidente del Patronato de la Real Fundación de Toledo, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis (que recordó en su discurso a los 62 militares fallecidos en accidente aéreo), dijo que Toledo "ha de plantearse sus soluciones en términos de excelencia", y para lograrlo apeló al esfuerzo conjunto de las instituciones y la sociedad.

El arquitecto y dibujante Peridis (que en realidad se llama José María Pérez González) mostró su devoción por esa ciudad, "porque tiene a Bahamontes, que el año que restauré un monasterio allí ganó el Tour; el Alcázar, donde tuve la suerte de hacer su biblioteca, y por El Greco, con quien como todos los días porque mi mujer es restauradora del Prado".