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62ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Kenizé Mourad denuncia en un libro de testimonios el drama que vive el pueblo palestino

La autora afirma que con 'El perfume de nuestra tierra' ha vuelto al periodismo

Kenizé Mourad, autora de los éxitos De parte de la princesa muerta (1988) y Un jardín en Baldapur (1998), acaba de publicar un libro de tono muy distinto, El perfume de nuestra tierra (Del Taller de Mario Muchnik). Mourad, que trabajó como periodista especializada en Oriente Próximo para Le Nouvel Observateur, recoge en esta obra el testimonio de gente de Palestina y de Israel con el objetivo de denunciar el drama que allí se vive. "Seguro que habrá quien se sorprenda de que publique ahora un libro como éste, pero lo que hago es volver a mi trabajo de periodista", afirma.

"La mayoría está contra los atentados suicidas, pero acepta ataques al Ejército israelí y a los colonos"
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"Sentía que no podía quedarme cruzada de brazos, que tenía que escribir algo sobre este tema y he dedicado unos cuantos meses a ello. Siento que he hecho lo que tenía que hacer, aunque en Francia han boicoteado mi libro. Gracias al éxito de mis libros anteriores, he podido permitirme el lujo de hacerlo". Kenizé Mourad, hija de una princesa turca y de un rajá de la India (experiencias que novela en sus libros anteriores), no tiene relación directa con Palestina, pero confiesa que siente muy a fondo el drama de este pueblo. "Si eres humano", señala, "tienes que sentir simpatía por los perseguidos, en este caso los palestinos, que no tienen una tierra donde vivir. Si los perseguidos fueran los israelíes, estaría con ellos, pero no es el caso".

Kenizé Mourad reivindica el periodismo hecho con tiempo, sin las prisas que impone el seguimiento diario. Por eso dedicó dos meses y medio a recorrer Palestina e Israel y nueve meses a escribir el libro. "He querido hablar con la gente común", dice, "con la gente que sufre, no con los políticos". "De tanto leer análisis políticos, a veces nos olvidamos del drama que hay en el fondo. Yo no he querido hablar en abstracto del tema, sino que he dado voz a los que sufren esta situación. Sé que es un tema muy delicado y por eso he querido permanecer largo tiempo con los entrevistados, para romper el hielo y para huir de los estereotipos", añade.

Mourad habla en su libro con palestinos que han visto cómo sus casas eran destruidas por el Ejército israelí, con familiares de suicidas palestinos y con parientes de víctimas israelíes, con pacifistas que se esfuerzan por hacerse oír en medio de un diálogo de sordos, con colonos creyentes y con ex fedayin. También habla con niños de ambos bandos, que para ella son las auténticas víctimas de este drama. "Son las grandes víctimas, pero son también la esperanza", afirma. "Palestina es ahora como una gran prisión, pero todos confían en la próxima generación. La lástima es que estos niños crecen traumatizados. Han vivido bajo las bombas y los tanques y se han acostumbrado a lanzar piedras contra los israelíes".

Crítica con el autoritarismo de Sharon, opina que los palestinos llegaron a creer, en tiempos de Rabin, que podía alcanzarse una solución. "Ahora ya no", añade. "Muchos ven el futuro con pesimismo, pero se niegan a marchar. Yo he preguntado mucho por los atentados suicidas y la mayoría de palestinos está en contra, aunque acepta los atentados contra el Ejército israelí y contra los colonos, que consideran actos de resistencia contra el invasor".

"Es una lástima ver cómo el odio se ha extendido en ambos bandos", comenta Mourad. "La situación es terrible, tanto para los israelíes como para los palestinos, y hay que buscar una solución. En todo el mundo árabe predomina el sentimiento de que Estados Unidos y Europa apoyan la injusticia que se está cometiendo en Palestina y esto está en el origen del sentimiento antiamericano y de los atentados. Creo, por desgracia, que cada vez habrá más atentados y el nudo de todo está en el sentimiento de injusticia por lo que está pasando en Palestina. Se ve como una gran humillación".

Mourad, que afirma haber sufrido escribiendo este libro, piensa ahora escribir una novela ambientada en la Rusia de la década de 1920. "Es la historia de un hombre, un tártaro, que luchó contra el sistema totalitario", apunta. "Fue un hombre valiente y creo que en los tiempos que vivimos necesitamos ejemplos como el suyo, ya que estamos viviendo en una sociedad conformista, cobarde, individual".

Kenizé Mourad, en Barcelona.
Kenizé Mourad, en Barcelona.MARCEL.LÍ SÁENZ
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